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El papel del juego en el desarrollo del lenguaje: estrategias
innovadoras para la educación primaria
The role of play in language development:
innovative strategies for
primary education.
O papel do jogo no desenvolvimento da linguagem: estratégias inovadoras
para o ensino primário
Morán Larreátegui
,
Tannya Leonor
Unidad Educativa 24 de Mayo
tannyamoran@hotmail.com
https://orcid.org/0009
-
0002
-
9088
-
1392
Abad Heredia
,
Cecilia Maribel
Unidad Educativa 24 de Mayo
abadcecimar86@hotmail.com
https://orcid.org/0009
-
0006
-
4880
-
7278
Domínguez Fernández
,
Janeth Alexandra
Unidad Educativa 24 de Mayo
gatica110688@gmail.com
https://orcid.org/0009
-
0001
-
0880
-
3081
Alvear Sagal
,
Héctor Rafael
Unidad Educativa 24 de Mayo
rafa_1804ha@hotmail.com
https://orcid.org/0009
-
0008
-
7269
-
2014
Tituaña Sánchez
,
Luis Gerardo
Institución Educativa Comunidad de Madrid
luisgtitu_@hotmail.com
https://orcid.org/0000
-
0002
-
9023
-
3654
Ruiz Gaona
,
Paulina Gabriela
Escuela Fiscal Nahim Isaías Barquet
paulina.ruiz53@yahoo.com
https://orcid.org/0000
-
0003
-
1414
-
7081
DOI /
URL:
https://doi.org/10.55813/gaea/ccri/v5/n2/562
Como citar:
Morán Larreátegui, T. L., Abad Heredia, C. M., Domínguez Fernández, J. A., Alvear Sagal, H.
R., Tituaña Sánchez, L. G., & Ruiz Gaona, P. G. (2024). El papel del juego en el desarrollo del
lenguaje: estrategias innovadoras para la educación primaria.
Código Científico Revista De
Investigación
, 5(2), 429
–
454.
https://doi.org/10.55813/gaea/ccri/v5/n2/562
.
Recibido:
03
/
1
0/
202
4
Aceptado:
13
/
11
/
202
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Publicado:
3
1
/
12
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Resumen
El presente artículo explora el rol del juego en el desarrollo del lenguaje en la educación
primaria, proponiendo estrategias
innovadoras para integrar actividades lúdicas en el aula. En
el contexto de un sistema educativo que suele priorizar métodos convencionales, esta
investigación destaca el potencial del juego para fomentar habilidades lingüísticas y cognitivas
en niños de e
dad temprana. Mediante una revisión sistemática de estudios recientes, se
analizaron las modalidades de juego guiado, libre, simbólico y de roles, identificando sus
efectos específicos en aspectos como el enriquecimiento de vocabulario, la construcción
nar
rativa y la expresión oral. Los resultados sugieren que el juego guiado facilita la adquisición
de vocabulario contextualizado, mientras que el juego libre promueve la creatividad y
flexibilidad lingüística. Asimismo, el juego simbólico y de roles contribu
yen a la complejidad
gramatical y al desarrollo de habilidades pragmáticas, esenciales para una comunicación
efectiva. Las conclusiones resaltan la importancia de incluir el juego como herramienta
pedagógica en los currículos escolares, subrayando que esta
integración favorece no solo el
aprendizaje lingüístico, sino también el desarrollo emocional y social de los estudiantes.
Palabras clave:
juego educativo; desarrollo del lenguaje; estrategias pedagógicas; educación
primaria; habilidades lingüísticas.
Abstract
This article explores the role of play in language development in primary education, proposing
innovative strategies for integrating play activities in the classroom. In the context of an
educational system that tends to prioritize conventional methods, th
is research highlights the
potential of play to foster language and cognitive skills in early childhood. Through a
systematic review of recent studies, guided, free, symbolic and role
-
play modalities were
analyzed, identifying their specific effects on asp
ects such as vocabulary enrichment, narrative
construction and oral expression. The results suggest that guided play facilitates the acquisition
of contextualized vocabulary, while free play promotes creativity and linguistic flexibility.
Likewise, symboli
c and role play contribute to grammatical complexity and the development
of pragmatic skills, essential for effective communication. The conclusions highlight the
importance of including play as a pedagogical tool in school curricula, underlining that this
integration favors not only linguistic learning, but also the emotional and social development
of students.
Keywords:
educational game; language development; pedagogical strategies; primary
education; language skills.
Resumo
Este artigo explora o papel do jogo no desenvolvimento da linguagem no ensino primário,
propondo estratégias inovadoras para a integração de
atividades
lúdicas na sala de aula. No
contexto de um sistema educativo que tende a dar prioridade aos métodos convencionais, esta
investigação realça o potencial do jogo para promover as competências linguísticas e cognitivas
dos primeiros alunos. Através de uma re
visão sistemática de estudos recentes, foram analisadas
as modalidades de jogo orientado, livre, simbólic
o e de representação de papéis, identificando
os seus efeitos específicos em aspectos como o enriquecimento do vocabulário, a construção
de narrativas e a expressão oral. Os resultados sugerem que o jogo guiado facilita a aquisição
de vocabulário contextua
lizado, enquanto o jogo livre promove a criatividade e a flexibilidade
linguística. Além disso, o jogo simbólico e o jogo de papéis contribuem para a complexidade
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gramatical e para o desenvolvimento de competências pragmáticas, essenciais para uma
comunicação eficaz. As conclusões salientam a importância de incluir o jogo como ferramenta
pedagógica nos currículos escolares, sublinhando que esta integração favorece n
ão só a
aprendizagem linguística, mas também o desenvolvimento emocional e social dos alunos.
Palavras
-
chave:
jogo educativo; desenvolvimento da linguagem; estratégias pedagógicas;
ensino básico; competências linguísticas.
Introducción
El desarrollo del lenguaje es un componente fundamental en el proceso de aprendizaje
durante la
infancia, particularmente en los primeros años de educación primaria. Esta etapa no
solo marca el inicio formal de la educación, sino también el periodo en el cual se establecen
las bases para las habilidades comunicativas y cognitivas que los niños llevar
án consigo a lo
largo de su vida académica (Hassinger
-
Das et al., 2020). Sin embargo, en los sistemas
educativos contemporáneos, la enseñanza del lenguaje frecuentemente se aborda mediante
métodos convencionales, con escasa inclusión de actividades lúdicas
que motiven el
aprendizaje activo y participativo de los niños. El juego, entendido como un recurso
pedagógico, representa una herramienta potencialmente transformadora para el desarrollo del
lenguaje, ya que posibilita la interacción, la exploración y el
aprendizaje en un ambiente menos
estructurado y más acorde con las necesidades cognitivas y emocionales de los niños (Pyle et
al., 2018). No obstante, persiste una carencia de estrategias claras y fundamentadas que
integren el juego de forma estructurada
en el currículo de educación primaria para fomentar el
desarrollo del lenguaje.
A nivel global, el enfoque educativo tradicional ha sido objeto de críticas por su limitada
adaptabilidad a las características de desarrollo de los niños en edad escolar, particularmente
en áreas de adquisición del lenguaje. Investigaciones recientes seña
lan que los métodos basados
en la memorización y en la instrucción directa suelen ser ineficaces para desarrollar habilidades
lingüísticas complejas como la comprensión lectora, la fluidez verbal y la construcción de
vocabulario (Whitebread et al., 2017).
Además, este tipo de metodologías puede incidir
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negativamente en la motivación de los niños hacia el aprendizaje, ya que minimizan la
autonomía y la curiosidad natural propias de la infancia. En contraste, se ha encontrado que el
juego en contextos educativos no solo favorece el aprendizaje, sino que ta
mbién estimula
aspectos sociales y emocionales cruciales para el desarrollo integral del niño (Lillard et al.,
2019). La interacción social que se produce en el juego facilita el uso práctico del lenguaje, lo
que permite a los niños experimentar con nuevas
palabras, estructurar oraciones y mejorar la
fluidez en un contexto de baja presión y alta motivación (Toub et al., 2018).
La
relevancia de estudiar y fomentar el uso del juego en el desarrollo del lenguaje en
educación primaria radica en la posibilidad de mejorar los métodos de enseñanza y de hacerlos
más acordes a las necesidades de los estudiantes. Las estrategias educativas i
nnovadoras, que
combinan el juego con el aprendizaje formal, pueden no solo incrementar la motivación de los
niños, sino también potenciar su desarrollo lingüístico y cognitivo en un entorno que reconoce
y respeta sus características evolutivas (Fisher et
al., 2013). La necesidad de incorporar el juego
en los planes de estudio es particularmente relevante en un contexto de creciente
reconocimiento de la educación inclusiva y personalizada, donde el aprendizaje se adapta a los
estilos y ritmos individuales d
e cada estudiante. A pesar de los beneficios identificados, la
implementación del juego en la educación formal enfrenta desafíos, tales como la percepción
de que el juego es antitético a la seriedad del aprendizaje académico, además de limitaciones
logísti
cas y falta de capacitación docente para implementar estrategias lúdicas de manera
efectiva en el aula (Pyle et al., 2020).
Desde una perspectiva práctica, la implementación del juego como estrategia educativa
en el desarrollo del lenguaje en educación primaria es viable y sustentable. Diversos estudios
han evidenciado que los costos de incorporar juegos en el aula son relativa
mente bajos, y los
beneficios en términos de aprendizaje y desarrollo infantil pueden ser significativos (Hirsh
-
Pasek et al., 2009). Además, el uso de juegos permite la personalización de los procesos de
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enseñanza, lo cual responde a la diversidad de habilidades y niveles de desarrollo presentes en
un aula de educación primaria. No obstante, es fundamental diseñar estrategias estructuradas
que guíen el uso del juego como herramienta pedagógica, promoviendo
un equilibrio entre los
objetivos académicos y los elementos lúdicos. En este sentido, la formación y capacitación de
los docentes en metodologías que integren el juego de manera coherente y efectiva en la
enseñanza del lenguaje es esencial para garantiza
r que estas estrategias logren los resultados
esperados (Mardell et al., 2016).
El presente artículo tiene como objetivo revisar las investigaciones actuales sobre el
papel del juego en el desarrollo del lenguaje en la educación primaria, identificando las
estrategias más innovadoras y efectivas que han sido propuestas o implementadas
en contextos
educativos diversos. Esta revisión sistemática busca ofrecer una visión comprensiva de los
enfoques pedagógicos que utilizan el juego como medio para potenciar las habilidades
lingüísticas en la niñez temprana, proporcionando un marco teórico
y práctico que pueda ser
aplicado en entornos educativos con el fin de enriquecer la experiencia de aprendizaje. A través
de esta investigación, se pretende ofrecer a los educadores, investigadores y diseñadores de
políticas educativas un recurso actualiz
ado y fundamentado que los apoye en la creación de
ambientes de aprendizaje más efectivos, inclusivos y lúdicos.
En
síntesis
, el juego como herramienta para el desarrollo del lenguaje en la educación
primaria representa un campo de estudio que, aunque ha ganado relevancia en los últimos años,
aún requiere de una mayor exploración y sistematización. Los resultados de esta revisi
ón
podrían tener implicancias significativas para el diseño de prácticas pedagógicas que no solo
se alineen con las metas curriculares, sino que también respondan a las necesidades de
desarrollo integral de los niños en sus primeras etapas de ap
rendizaje formal.
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Metodología
La metodología empleada en este artículo se basa en una revisión bibliográfica
exploratoria, enfocada en la recopilación, análisis y síntesis de investigaciones científicas que
abordan el impacto del juego en el desarrollo del lenguaje en la educación prim
aria. Este
enfoque fue seleccionado debido a su idoneidad para reunir y examinar evidencia existente de
manera comprensiva, permitiendo la identificación de patrones, tendencias y vacíos en el
conocimiento actual sobre el tema, sin la necesidad de realizar
trabajo empírico directo.
Para llevar a cabo la revisión, se consultaron bases de datos académicas de amplio
alcance, como Scopus y Web of Science, las cuales ofrecen acceso a investigaciones revisadas
por pares y de alta calidad. Las palabras clave empleadas en la búsqueda incluye
ron términos
como “juego”, “desarrollo del lenguaje”, “estrategias educativas” y “educación primaria”,
combinados con operadores booleanos para afinar los resultados y asegurar la relevancia de los
estudios seleccionados. Además, se consideraron solo aquel
los artículos publicados en los
últimos diez años, con el fin de garantizar que la revisión estuviera alineada con las prácticas
y conocimientos pedagógicos contemporáneos. Este criterio temporal también permite
identificar las innovaciones recientes en el
uso del juego como herramienta pedagógica.
La selección de los estudios se realizó en varias etapas. En primer lugar, se revisaron
los títulos y resúmenes de los artículos obtenidos en la búsqueda inicial para descartar aquellos
que no respondieran al objetivo del estudio o que estuvieran centrados
en etapas educativas
distintas a la primaria. Posteriormente, se procedió a una lectura completa de los artículos
seleccionados, evaluando su relevancia en función de criterios específicos: el diseño
metodológico empleado, la claridad en la definición de
variables relacionadas con el juego y
el lenguaje, y la pertinencia de los resultados para el contexto educativo primario. Aquellos
estudios que cumplían con estos criterios fueron incluidos en el análisis final.
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El proceso de análisis de la información se basó en la comparación de resultados y
metodologías de los estudios seleccionados, identificando las estrategias de juego más efectivas
reportadas y sus efectos en el desarrollo del lenguaje de los niños. Además,
se examinó la
relación entre las diferentes tipologías de juego (por ejemplo, juego libre, juego guiado y juego
simbólico) y las habilidades lingüísticas específicas que cada una favorece, tales como el
vocabulario, la comprensión lectora y la expresión o
ral. La sistematización de estos hallazgos
permitió establecer una base para formular recomendaciones educativas que podrían integrarse
en los currículos de educación primaria.
Para minimizar sesgos, se evitó la inclusión de estudios con limitaciones metodológicas
significativas o con resultados poco claros. Además, se realizó un análisis crítico de la validez
interna y externa de cada estudio, valorando la aplicabilidad de sus h
allazgos a diversos
contextos educativos. Esta revisión exploratoria no pretende ofrecer un análisis exhaustivo de
todas las investigaciones disponibles, sino una comprensión detallada y relevante del estado
actual del conocimiento en torno al papel del ju
ego en el desarrollo del lenguaje, a fin de
identificar áreas de mejora y proponer líneas futuras de investigación.
Este enfoque metodológico facilita una visión integradora de la literatura y aporta una
base fundamentada para la discusión y conclusiones del
estudio, contribuyendo al avance del
conocimiento en el campo de la educación y el desarrollo del lenguaje a través de estrategias
lúdicas en la educación primaria.
Resultados
3.1. Estrategias de Juego en el Aula
El juego como estrategia pedagógica ha demostrado ser una herramienta significativa
para el desarrollo lingüístico en el contexto de la educación primaria, facilitando no solo la
adquisición de vocabulario, sino también el desarrollo de habilidades cogniti
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socioemocionales necesarias para una comunicación efectiva (Fisher et al., 2013). Las
modalidades de juego en el aula
–
juego guiado, juego libre, juego simbólico y juego de roles
ofrecen beneficios específicos que inciden positivamente en distintos aspect
os del lenguaje.
El juego guiado es una modalidad en la que el adulto o educador facilita la actividad
proporcionando pautas y orientaciones sin interrumpir la autonomía y la creatividad del niño.
Al ser una estrategia semi
-
estructurada, el juego guiado permite a los niños
descubrir y
practicar nuevas palabras y conceptos en un contexto controlado, donde el adulto introduce
vocabulario relevante y modela su uso adecuado (Weisberg et al., 2016). Esta estrategia se ha
vinculado con el enriquecimiento del vocabulario infantil,
ya que permite contextualizar
términos complejos en actividades lúdicas que mantienen la atención y motivación de los niños.
Por ejemplo, en un juego guiado que simula una tienda, el educador puede introducir términos
relacionados con el comercio y los pr
oductos, ayudando a los estudiantes a comprender y
utilizar estas palabras en situaciones específicas (Toub et al., 2018). Esta práctica fomenta una
adquisición de vocabulario que no solo es más extensa, sino también más profunda, ya que el
niño aprende pa
labras y expresiones en un contexto relevante y aplicable a su vida cotidiana.
Además, el juego guiado ayuda a desarrollar la comprensión semántica, promoviendo que los
niños aprendan a asociar conceptos abstractos con elementos visuales y prácticos, lo qu
e
refuerza la retención a largo plazo.
El juego libre, en contraste, es una actividad completamente dirigida por el niño, sin
intervención directa del adulto, lo cual le permite explorar y manipular el lenguaje de forma
independiente. Esta modalidad de juego fomenta la creatividad lingüística,
ya que el niño tiene
la libertad de experimentar con palabras, expresiones y estructuras gramaticales sin temor a
cometer errores. Según Whitebread et al. (2017), el juego libre facilita la autoexpresión y
permite a los niños experimentar con el lenguaje d
e maneras poco convencionales, explorando
el sonido, el ritmo y las combinaciones de palabras de forma espontánea. Esta libertad fomenta
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la innovación en el uso del lenguaje y permite al niño adaptar su comunicación a diferentes
contextos. Además, el juego libre promueve la toma de decisiones y la resolución de problemas
a través del lenguaje, ya que el niño debe encontrar palabras y constr
ucciones adecuadas para
expresar sus ideas y necesidades en situaciones cambiantes. De este modo, el juego libre
contribuye a la flexibilidad lingüística y prepara al niño para enfrentar diversos contextos
comunicativos en el futuro.
Por su parte, el juego simbólico permite a los niños representar situaciones y roles
ficticios, lo que estimula su habilidad para estructurar narraciones complejas y comprender la
secuencialidad de eventos. En este tipo de juego, los niños suelen interpret
ar papeles
imaginarios, lo cual requiere que construyan historias y den continuidad a las acciones de los
personajes. Esta práctica refuerza la capacidad de organización temporal y causal en la
narración, ya que los niños deben enlazar eventos de forma lóg
ica y coherente (Nicolopoulou
et al., 2015). Por ejemplo, al jugar a ser un médico o un bombero, los niños no solo enriquecen
su vocabulario relacionado con profesiones, sino que también aprenden a contar y estructurar
historias complejas sobre experiencia
s imaginarias. Esta actividad mejora las habilidades de
narración oral y escrita, ya que los niños adquieren una mayor comprensión de cómo se
organizan las ideas y los eventos en una secuencia narrativa. Además, el juego simbólico
facilita el desarrollo de
habilidades socioemocionales, ya que los niños deben asumir diferentes
perspectivas y adaptarse a los roles de otros, lo cual enriquece su capacidad de empatía y
comprensión de los demás.
Finalmente, el juego de roles es una modalidad en la que los niños asumen personajes
específicos y se comunican en función de las características y necesidades de estos. Esta
práctica es especialmente efectiva para fortalecer la expresión oral, ya que obli
ga al niño a
adaptar su lenguaje, tono y estilo de comunicación según el personaje interpretado (Taggart et
al., 2018). A través del juego de roles, los niños desarrollan habilidades pragmáticas, como el
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uso de formas de cortesía, la adecuación del registro y la modulación del tono de voz, todos
elementos esenciales para una comunicación efectiva y socialmente competente. Por ejemplo,
al interpretar el papel de un maestro o un médico, el niño debe adoptar
un tono formal y utilizar
un vocabulario más preciso, mientras que al jugar a ser un amigo, puede emplear un lenguaje
más informal y expresivo. Este proceso de adaptación fomenta la flexibilidad comunicativa y
enseña a los niños a interpretar señales conte
xtuales para ajustar su lenguaje de manera
adecuada. Además, el juego de roles incentiva la escucha activa y la capacidad de responder a
las intervenciones de otros personajes en el juego, lo cual refuerza la interacción y el diálogo,
competencias fundamen
tales en la vida social y escolar.
Para finalizar
, cada modalidad de juego en el aula contribuye de manera única al
desarrollo lingüístico y comunicativo de los estudiantes en educación primaria. El juego guiado
enriquece el vocabulario y facilita la comprensión semántica; el juego libre fomenta la
creat
ividad y la autoexpresión; el juego simbólico desarrolla la habilidad narrativa y la
comprensión secuencial; y el juego de roles fortalece la expresión oral y la flexibilidad
pragmática. Estas estrategias de juego no solo impulsan el aprendiz
aje lingüístico, sino que
también proporcionan un enfoque integrador que combina el desarrollo social, emocional y
cognitivo de los niños, creando un entorno de aprendizaje enriquecedor y alineado con sus
necesidades evolutivas.
3.2.
Tipos de juego y habilidades lingüísticas
El desarrollo del lenguaje en la educación primaria se ve potenciado a través del uso de
diversas modalidades de juego en el aula. Cada tipo de juego contribuye de forma particular a
distintas habilidades lingüísticas, enriqueciendo el proceso de aprendiza
je y proporcionando
una base sólida para el desarrollo cognitivo y social. Los juegos de construcción, simbólicos,
cooperativos y de memoria han mostrado un impacto positivo en el lenguaje, al promover desde
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el uso de vocabulario especializado hasta la complejización de la estructura gramatical y la
fluidez en el diálogo.
3.2.1. Juegos de construcción y el desarrollo del lenguaje espacial
Los juegos de construcción, que suelen involucrar el ensamblaje de bloques o piezas
para crear estructuras, son especialmente útiles para el desarrollo del lenguaje espacial en niños.
Este tipo de juego permite a los estudiantes manipular objetos y explora
r conceptos de
orientación, tamaño y ubicación, promoviendo el uso de vocabulario específico que describe
relaciones espaciales. Según Ferrara et al. (2011), los niños que participan en actividades de
construcción utilizan términos como “debajo”, “encima”,
“cerca” o “lejos”, enriqueciendo su
capacidad para describir su entorno físico de manera detallada y precisa. La habilidad para
expresar relaciones espaciales es fundamental no solo para el lenguaje, sino también para la
comprensión de conceptos geométric
os y geográficos, lo cual fortalece su desempeño en áreas
como matemáticas y ciencias.
Asimismo, Jirout y Newcombe (2015) señalan que los juegos de construcción fomentan
el desarrollo de habilidades visuales y espaciales que son transferibles a otros contextos de
aprendizaje. Los niños adquieren la habilidad de organizar y secuenciar informa
ción
espacialmente, lo cual es crucial en la construcción de descripciones complejas en el discurso
oral y escrito. Esta capacidad de organizar el espacio en sus descripciones también facilita la
comprensión de narrativas y estructuras en textos complejos.
Además, la interacción en
actividades de construcción grupal permite a los estudiantes comunicar sus ideas y planificar
en colaboración, lo cual refuerza sus habilidades de expresión y negociación verbal.
3.2.2. Juegos simbólicos y la complejización de la gramática
El juego simbólico, donde los niños simulan roles o situaciones imaginarias, desempeña
un papel esencial en la adquisición y complejización de estructuras gramaticales avanzadas. En
este tipo de juego, los estudiantes representan diferentes personajes y cr
ean escenarios ficticios,
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lo cual requiere el uso de oraciones más complejas, incluyendo conectores y subordinadas, para
dar coherencia y profundidad a sus historias (Nicolopoulou et al., 2015). Esta práctica fomenta
la utilización de estructuras gramaticales más sofisticadas, ya q
ue los niños construyen frases
y discursos que reflejan la causalidad, temporalidad y secuencia de eventos en sus relatos.
Además, el juego simbólico promueve la creatividad en la construcción de tramas y
diálogos, alentando a los estudiantes a experimentar con diversos tiempos verbales y modos
discursivos. Este uso de la gramática en contextos de juego fortalece la competenci
a lingüística
y facilita el aprendizaje de reglas gramaticales en situaciones significativas, mejorando su
aplicación en otros contextos. De acuerdo con investigaciones, el juego simbólico también
desarrolla habilidades cognitivas esenciales para el aprend
izaje, como la planificación y la
resolución de problemas, ya que los niños deben anticipar y estructurar sus narrativas de
manera lógica (Hirsh
-
Pasek et al., 2009). Al practicar la organización narrativa y la conexión
de ideas a través del lenguaje, los e
studiantes logran un dominio gramatical más completo y
adaptable.
3.2.3. Juegos cooperativos y el refuerzo de habilidades de diálogo
Los juegos cooperativos, que requieren la colaboración entre los participantes para
alcanzar un objetivo común, representan una oportunidad valiosa para el desarrollo de
habilidades de diálogo y comunicación. A través de la cooperación, los niños aprenden
a
escuchar activamente, a esperar su turno para hablar y a responder de manera constructiva a
las ideas de otros (Johnson & Johnson, 201
6
). Estos juegos son fundamentales para fomentar
competencias de interacción social, ya que los estudiantes se ven motiv
ados a formular
preguntas, aclarar dudas y negociar estrategias en equipo.
La participación en juegos cooperativos ayuda a los niños a comprender la dinámica
del diálogo y el uso adecuado del lenguaje en situaciones de colaboración y conflicto. Los
estudiantes practican la construcción de oraciones claras y efectivas para expresa
r sus ideas y
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responder a las de sus compañeros, lo cual refuerza su habilidad para adaptarse a diferentes
contextos comunicativos. Además, el diálogo constante en los juegos cooperativos fomenta el
desarrollo de habilidades pragmáticas, como el uso de expresiones de co
rtesía y de persuasión,
esenciales para una comunicación efectiva en la vida cotidiana y en entornos académicos.
3.2.4. Juegos de memoria y la expansión del vocabulario
Finalmente, los juegos de memoria contribuyen significativamente a la expansión del
vocabulario en los estudiantes. Este tipo de juego, que a menudo implica la asociación de
palabras o imágenes, fortalece la habilidad de los niños para recordar y utilizar
términos
específicos en diferentes contextos (Gathercole & Alloway, 2008). Los juegos de memoria
permiten que los estudiantes repasen y retengan palabras nuevas de manera repetitiva y lúdica,
lo cual facilita la consolidación de vocabulario y su aplicación
en situaciones comunicativas
diversas
(
Agudelo
-
Valdeleón,
2024).
La repetición y el proceso de recuperación de palabras durante los juegos de memoria
son fundamentales para la ampliación del repertorio léxico y para el fortalecimiento de la
fluidez verbal. Además, esta práctica mejora la capacidad de los niños para cate
gorizar palabras
y conceptos, ayudándoles a organizar mentalmente el vocabulario y a acceder a él de forma
eficiente en la comunicación cotidiana. Estudios han demostrado que la exposición constante
al vocabulario a través de juegos de memoria no solo faci
lita el aprendizaje de palabras nuevas,
sino que también contribuye a mejorar la comprensión lectora, ya que los niños son capaces de
reconocer y contextualizar términos más rápidamente (Hirsh
-
Pasek et al., 2009).
3.3. Interacción social y aprendizaje del lenguaje
El aprendizaje del lenguaje en la infancia se ve significativamente enriquecido por las
interacciones sociales, particularmente en el contexto de los juegos grupales. Estas actividades
fomentan el desarrollo de diversas competencias comunicativas que son e
senciales para la vida
académica y social de los niños. Las investigaciones indican que, mediante los juegos grupales,
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los niños no solo aprenden a comunicarse de manera efectiva, sino que también adquieren
habilidades avanzadas de interacción social, como el respeto por los turnos de habla, el uso de
cortesía verbal, la expresión oral articulada y la capacidad de emplear
un lenguaje persuasivo.
Estas habilidades no solo les ayudan en el ámbito escolar, sino que también construyen una
base sólida para sus interacciones futuras (Hassinger
-
Das et al., 2019).
3.3.1. Juegos grupales y el aprendizaje de reglas conversacionales
Los juegos grupales permiten a los niños participar en situaciones comunicativas que
requieren organización y regulación del habla. En estos contextos, los niños deben adaptarse a
normas conversacionales, como esperar su turno, respetar el tiempo de interv
ención de los
demás y escuchar activamente. Sahlberg (2011) señala que estas habilidades son esenciales
para la integración en la vida académica, ya que fomentan la capacidad para entablar diálogos
efectivos y cooperativos. Durante los juegos grupales, los
estudiantes tienen la oportunidad de
ensayar y consolidar estas habilidades en un entorno seguro y lúdico, donde los errores y ajustes
son parte natural de la interacción.
El aprendizaje de estas normas conversacionales es clave para el desarrollo de la
competencia pragmática, que implica la capacidad para adaptar el lenguaje a diferentes
situaciones sociales y culturales. En el contexto de juegos en equipo, los niños deben
responder
a la dinámica del grupo, adaptando su lenguaje y actitud de acuerdo con el flujo de la
conversación. Estas experiencias les enseñan a interpretar y respetar las señales no verbales y
verbales de los demás, habilidades que son fundamentales para u
na comunicación respetuosa
y adaptativa (Weisberg et al., 2013). Además, los juegos grupales permiten a los estudiantes
practicar el consenso y la resolución de conflictos, fomentando un ambiente de colaboración y
respeto mutuo que es crucial para su desar
rollo social y emocional.
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3.3.2. La Interacción Social y el Uso de la Cortesía Verbal
La cortesía verbal es una habilidad pragmática avanzada que se desarrolla a través de
la interacción en los juegos grupales. Durante estas actividades, los niños practican expresiones
de cortesía, como el uso de palabras amables al hacer solicitudes, el re
speto en la forma de
responder y la moderación al expresar desacuerdos. Weisberg et al. (2013) destacan que esta
práctica es fundamental para la construcción de un ambiente positivo en el aula, donde el
respeto y la empatía son pilares de la convivencia. A
l aprender a emplear la cortesía verbal en
sus interacciones, los niños desarrollan una comprensión de cómo sus palabras y gestos
impactan a los demás, mejorando su sensibilidad social y su capacidad para construir relaciones
interpersonales sólidas.
El uso de la cortesía verbal en los juegos también contribuye a reducir los conflictos y
a crear un entorno inclusivo, ya que los niños se acostumbran a comunicar sus ideas y
emociones de forma respetuosa. Hirsh
-
Pasek y Golinkoff (2008) afirman que esta ha
bilidad es
especialmente importante en ambientes multiculturales, donde los estudiantes pueden tener
diferentes estilos de comunicación y normas culturales. Aprender a utilizar la cortesía verbal
ayuda a los niños a desarrollar la flexibilidad lingüística
necesaria para interactuar en diversos
contextos sociales y culturales, permitiéndoles adaptarse y respetar las diferencias en la
comunicación
(
Romero
-
Reyes
, et al
.
2024).
3.3.3. Dinámicas de juego y el incremento de la expresión oral
Las dinámicas de juego en grupo, como juegos de rol y actividades que requieren
negociación, son fundamentales para el desarrollo de la expresión oral en los niños. En estos
juegos, los niños son motivados a expresar sus ideas, opiniones y emociones de for
ma
articulada y coherente, incrementando su confianza en su capacidad de comunicación verbal
(Zosh et al., 2018). Al participar en estas actividades, los estudiantes practican la organización
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de sus pensamientos, la claridad en la formulación de frases y el uso adecuado de un tono que
se adapte a la situación, lo cual les permite mejorar su competencia en la expresión oral.
Además, las dinámicas de juego que implican discusión y toma de decisiones colectivas
refuerzan habilidades como la estructuración de argumentos y la organización lógica del
discurso, habilidades que son esenciales para la comunicación oral en contextos ac
adémicos.
Fisher et al. (2013) indican que el aumento en la frecuencia y calidad de la expresión oral en
estos contextos fortalece la habilidad de los niños para desenvolverse en actividades escolares
que requieren una comunicación clara y efectiva, tales
como presentaciones y debates. Estas
experiencias también promueven el desarrollo de la autoconfianza en su capacidad para hablar
en público, una habilidad que tendrá un impacto duradero en su vida personal y profesional.
3.3.4. Juegos grupales y el fomento del lenguaje persuasivo
El lenguaje persuasivo, que implica la capacidad de argumentar, negociar e influir en
otros, es una habilidad lingüística compleja que también se desarrolla a través de los juegos
grupales. Durante estas actividades, los niños se ven motivados a convencer
a sus compañeros
de adoptar una idea, aceptar una propuesta o colaborar en una estrategia específica, lo cual
fomenta la práctica de técnicas de persuasión y negociación (Golinkoff & Hirsh
-
Pasek, 2006).
Este tipo de interacción requiere que los niños elija
n cuidadosamente sus palabras y modulen
su tono para captar la atención de los demás, desarrollar empatía y presentar argumentos
efectivos.
A través de los juegos grupales, los estudiantes aprenden a identificar y utilizar recursos
persuasivos, como la formulación de argumentos sólidos, la apelación a las emociones y el uso
de evidencia que respalde sus propuestas. Rosemberg y Silva (2014) des
tacan que esta
habilidad es crucial para la vida académica, ya que permite a los niños participar activamente
en discusiones, defender sus ideas y escuchar las opiniones de los demás. Asimismo, el
desarrollo del lenguaje persuasivo fortalece la competencia
para resolver conflictos de manera
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pacífica y colaborativa, habilidades que son fundamentales para la interacción en cualquier
entorno social.
3.4. Beneficios cognitivos del juego
La función del juego en el desarrollo cognitivo y lingüístico en la educación primaria
es profunda y multifacética. Diversas investigaciones han demostrado que el juego promueve
habilidades
complejas que van más allá del simple entretenimiento, impactando directamente
en el desarrollo de competencias cognitivas, emocionales y lingüísticas fundamentales para el
rendimiento académico y la adaptación social de los niños. Los juegos de resolución
de
problemas, los juegos narrativos, las actividades basadas en canciones y rimas, y otras formas
de juego estructurado contribuyen al fortalecimiento de habilidades específicas como el
discurso estructurado, la comprensión lectora, la memorización lingüí
stica y el control
emocional y verbal. Estas actividades no solo enriquecen el aprendizaje, sino que también
apoyan la formación de una base sólida para el desarrollo integral del niño en contextos
educativos y sociales (Lillard et al., 2013; Weisberg et a
l., 2016).
3.4.1. Juegos de resolución de problemas y el estímulo del discurso estructurado
Los juegos de resolución de problemas, que incluyen actividades como rompecabezas,
juegos de lógica y retos matemáticos, proporcionan un contexto ideal para desarrollar el
discurso estructurado en los estudiantes. Estos juegos requieren que los niños formu
len
estrategias, establezcan relaciones de causa y efecto y organicen sus pensamientos de manera
lógica para alcanzar una solución, lo cual promueve una estructuración coherente de ideas y
mejora su capacidad de comunicación oral y escrita. De acuerdo con
Ramani y Siegler (2008),
los juegos de resolución de problemas fortalecen habilidades de secuenciación y estructuración
cognitiva, ya que los niños deben verbalizar cada paso de su estrategia y justificar sus
decisiones, lo cual fomenta un discurso ordenad
o y lógico.
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Además, estos juegos estimulan la capacidad de metacognición, ya que los niños
reflexionan sobre sus propios procesos de pensamiento, identifican errores y ajustan sus
estrategias en función de los resultados. Este tipo de autorreflexión es clave para el d
esarrollo
de una comunicación efectiva, ya que permite que los niños organicen sus ideas y expresen sus
conclusiones de manera clara y fundamentada. La práctica en juegos de resolución de
problemas también ayuda a los niños a comprender la importancia de l
a estructura en el
discurso, lo que es transferible a otras actividades académicas, como la redacción de ensayos
y la exposición de temas complejos (Whitebread et al., 2017). En conjunto, estos beneficios
contribuyen a formar habilidades de razonamiento cr
ítico y a mejorar la capacidad de los
estudiantes para estructurar y comunicar sus ideas de manera eficaz.
3.4.2. Juegos narrativos y el apoyo a la comprensión lectora
Los juegos narrativos, que incluyen actividades de creación de historias, interpretación
de personajes y dramatización, son altamente beneficiosos para el desarrollo de la comprensión
lectora. Este tipo de juegos permite que los niños exploren la estructur
a de las narrativas,
comprendan la relación entre los personajes y los eventos, y practiquen la organización de una
historia con inicio, desarrollo y conclusión. Nicolopoulou et al. (2015) afirman que el juego
narrativo mejora significativamente la habilid
ad de los estudiantes para identificar y
comprender las secuencias y conexiones dentro de una historia, competencias que son
fundamentales para el análisis y la interpretación de textos.
Además, los juegos narrativos permiten a los niños interiorizar elementos narrativos
clave, como el conflicto, la resolución y el clímax, lo que facilita su capacidad para comprender
historias y para construir sus propios relatos de manera coherente. Esta
práctica mejora la
habilidad de los estudiantes para retener y relacionar información, habilidades esenciales para
la comprensión lectora, ya que les permite contextualizar eventos y personajes en los textos
que leen (Zosh et al., 2018). Por otro lado, el
juego narrativo fomenta la empatía y la
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perspectiva, ya que los niños adoptan los roles de distintos personajes, lo que les permite
entender y analizar múltiples puntos de vista en una historia, fortaleciendo así su pensamiento
crítico y capacidad interpretativa.
3.4.3. Canciones y rimas en el fomento de
la memorización lingüística
Las actividades lúdicas que incluyen canciones y rimas son una herramienta poderosa
para mejorar la memorización lingüística. Estas actividades explotan el poder del ritmo, la
repetición y la sonoridad, lo cual facilita el recuerdo y la retención de vocabu
lario, frases y
estructuras gramaticales. Según Gathercole y Baddeley (2014), el uso de canciones y rimas en
el aula potencia la memoria fonológica, un componente fundamental para el aprendizaje de
vocabulario y para el desarrollo de la fluidez lingüística
. La repetición rítmica ayuda a los niños
a internalizar palabras y expresiones de manera natural y duradera.
Además, las canciones y rimas permiten a los niños familiarizarse con los patrones
sonoros de la lengua, lo cual facilita la adquisición de habilidades de segmentación fonológica,
necesarias para el desarrollo de la lectoescritura. Esta práctica también fo
menta la retención y
recuperación de palabras en contextos comunicativos espontáneos, ya que los niños aprenden
a asociar sonidos y ritmos con significados específicos. La exposición continua a canciones y
rimas contribuye a que los estudiantes se familiar
icen con la acentuación y entonación propias
de su idioma, lo cual no solo mejora su pronunciación y precisión en el habla, sino que también
incrementa su habilidad para reconocer y recordar palabras en situaciones de conversación y
lectura (Weisberg et al
., 2016).
3.4.4. el juego como apoyo al control emocional y verbal
El juego también desempeña un papel fundamental en el desarrollo del control
emocional y verbal en los niños, habilidades que son esenciales para su adaptación social y
académica. A través de los juegos, los estudiantes se enfrentan a diversas situaciones
emocionales
–
como la frustración de perder, la satisfacción de ganar, o la paciencia al esperar
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un turno
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que les permiten practicar la regulación de sus emociones en un entorno seguro.
Lillard et al. (2013) explican que el juego facilita el manejo de emociones y la expresión
controlada de sentimientos, promoviendo una mayor autoconciencia y autorre
gulación en los
estudiantes.
Asimismo, el control verbal se desarrolla durante las interacciones en juegos de rol y
actividades grupales, donde los niños deben ajustar su tono de voz, elegir palabras adecuadas
y adaptar su discurso a las demandas del contexto. Este proceso de regulaci
ón verbal es crucial
para la comunicación efectiva, ya que permite a los estudiantes expresar sus ideas de forma
respetuosa y ajustada a las normas sociales. Hirsh
-
Pasek et al. (2009) sostienen que esta
habilidad no solo mejora la competencia comunicativa
en el aula, sino que también prepara a
los niños para interacciones en contextos formales e informales, facilitando su integración y
adaptación en diversas situaciones.
El desarrollo de la autorregulación emocional y verbal a través del juego también
contribuye a que los estudiantes desarrollen una mayor resiliencia, ya que aprenden a manejar
la frustración y a adaptarse ante desafíos, lo cual es esencial para enfrentar l
os retos de la vida
académica y social. Estas habilidades de control emocional y verbal fortalecen la autoestima y
promueven una comunicación asertiva, permitiendo a los estudiantes expresar sus necesidades
y emociones de manera constructiva y respetuosa.
Discusión
La discusión sobre el papel del juego en el desarrollo del lenguaje y las habilidades
cognitivas en la educación primaria revela la importancia de integrar prácticas lúdicas en los
contextos educativos formales. En consonancia con las teorías del aprendiza
je activo, el juego
se presenta como una herramienta pedagógica que va más allá del simple entretenimiento, ya
que fomenta la adquisición de competencias lingüísticas, cognitivas y emocionales esenciales
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para el desarrollo integral de los estudiantes (Lillard et al., 2013). Las diferentes modalidades
de juego
–
guiado, libre, simbólico, de roles, de resolución de problemas, narrativo y musical
–
han demostrado efectos particulares y complementarios en el a
prendizaje, fortaleciendo
competencias que son difíciles de alcanzar mediante métodos tradicionales.
El juego guiado, en particular, ha mostrado ser un facilitador efectivo para la
adquisición de vocabulario. La interacción entre el adulto y el niño en este contexto permite
una expansión significativa del léxico, ya que el niño asimila palabras y estructu
ras lingüísticas
nuevas en un entorno de bajo estrés, donde el aprendizaje ocurre de manera implícita y
contextualizada (Weisberg et al., 2016). Esta modalidad combina la dirección del educador con
la autonomía del niño, permitiéndole construir conexiones
semánticas profundas que
enriquecen su comprensión y uso del vocabulario. Además, investigaciones como las de Toub
et al. (2018) demuestran que el aprendizaje de vocabulario a través del juego guiado se retiene
mejor que en actividades de memorización pasi
va, lo que sugiere que esta práctica puede ser
fundamental para el desarrollo léxico temprano.
Por otro lado, el juego libre y el juego simbólico fomentan la creatividad y complejidad
en el uso del lenguaje. Al permitir que los niños exploren y manipulen el lenguaje de manera
espontánea, el juego libre impulsa la experimentación lingüística y la fle
xibilidad verbal,
aspectos clave para la fluidez y adaptabilidad en la comunicación (Whitebread et al., 2017). En
cuanto al juego simbólico, la representación de roles ficticios y situaciones imaginarias
demanda la estructuración de narrativas complejas y
el uso de conectores y subordinadas,
promoviendo la adquisición de gramática avanzada y habilidades narrativas. Estos hallazgos
respaldan la visión de Nicolopoulou et al. (2015) sobre el valor del juego simbólico como una
práctica que no solo favorece la o
rganización y expresión de ideas, sino que también fortalece
la habilidad de los estudiantes para comprender y construir relatos de manera coherente.
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La interacción social en los juegos grupales, como los cooperativos, constituye otro
aspecto crucial en el desarrollo de habilidades lingüísticas y pragmáticas. A través de estas
actividades, los estudiantes aprenden normas conversacionales, como la toma d
e turnos, la
cortesía verbal y la escucha activa, competencias necesarias para la interacción en la vida
cotidiana y académica. La investigación de Sahlberg (2011) muestra que los juegos
cooperativos proporcionan un contexto ideal para la adquisición de ha
bilidades de diálogo, ya
que los niños deben colaborar y negociar, lo cual fomenta la capacidad de formular argumentos
y expresar desacuerdos de manera respetuosa. Además, el desarrollo de estas habilidades
pragmáticas y persuasivas no solo enriquece la co
mpetencia lingüística, sino que también
fortalece la cohesión social y el respeto mutuo dentro del aula.
En cuanto a los beneficios cognitivos, los juegos de resolución de problemas y
narrativos han demostrado ser particularmente efectivos. Los juegos de resolución de
problemas exigen que los niños secuencien sus ideas y estructuren su discurso para alcanzar
una meta, lo cual no solo mejora su capacidad de comunicación, sino que también desarrolla
su razonamiento lógico y metacognición (Ramani & Siegler, 2008). Esta capacidad para
reflexionar sobre los propios procesos de pensamiento y corregir errores es clav
e para el
aprendizaje autónomo y crítico. En el mismo sentido, los juegos narrativos fortalecen la
comprensión lectora al familiarizar a los niños con la estructura de los relatos y las relaciones
causales, facilitando su habilidad para interpretar textos
complejos (Nicolopoulou et al., 2015).
Asimismo, el uso de canciones y rimas en actividades lúdicas resulta efectivo para la
memorización lingüística y el aprendizaje de patrones fonológicos. Las investigaciones de
Gathercole y Baddeley (2014) destacan cómo estas actividades apoyan la memoria f
onológica,
un componente clave para el desarrollo del vocabulario y la fluidez verbal. La repetición de
estructuras rítmicas facilita la retención y recuperación de palabras, lo que incrementa la
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capacidad de los niños para acceder a vocabulario nuevo y familiar en contextos de
comunicación espontánea.
Por último, el juego contribuye significativamente al control emocional y verbal de los
estudiantes. Las actividades lúdicas permiten que los niños enfrenten situaciones de frustración,
éxito o paciencia, lo cual fomenta la autorregulación emocional en un
entorno seguro y
controlado (Lillard et al., 2013). Esta práctica de regulación también se extiende al control
verbal, ya que los estudiantes aprenden a adaptar su tono y elegir palabras adecuadas según el
contexto, promoviendo una comunicación respetuosa
y asertiva (Hirsh
-
Pasek et al., 2009).
Estas competencias son fundamentales para su desarrollo personal y social, ya que les ayudan
a enfrentar de manera efectiva los desafíos de la vida académica y a integrarse en diversos
contextos sociales.
En conjunto, los resultados
sugieren que el juego es una herramienta pedagógica
integral que impacta múltiples dimensiones del aprendizaje. Las estrategias lúdicas en el aula
permiten desarrollar no solo habilidades lingüísticas y cognitivas, sino también competencias
emocionales y s
ociales que son esenciales para el desarrollo infantil. Por lo tanto, es
fundamental que los educadores y diseñadores de políticas educativas reconozcan el valor del
juego y consideren su incorporación sistemática en los currículos de educación primaria. L
a
evidencia respalda que, a través del juego, se pueden alcanzar aprendizajes significativos y
duraderos, promoviendo un desarrollo equilibrado que prepara a los niños para enfrentar los
retos académicos y personales de su vida futura
(
Cajamarca
-
Correa,
et al
. 2024).
Concusión
Las conclusiones de esta investigación subrayan el valor incalculable del juego en el
desarrollo lingüístico, cognitivo y emocional de los estudiantes de educación primaria. Se ha
demostrado que las actividades lúdicas no solo incrementan el interés y la m
otivación de los
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niños hacia el aprendizaje, sino que también facilitan la adquisición de habilidades complejas
que son esenciales para su éxito académico y social. La evidencia muestra que el juego guiado
contribuye al enriquecimiento del vocabulario, mientras que el jueg
o libre y el juego simbólico
potencian la creatividad lingüística y el dominio de estructuras gramaticales avanzadas,
respectivamente. Estas modalidades de juego permiten que los estudiantes exploren y utilicen
el lenguaje en un contexto significativo y re
levante, facilitando así un aprendizaje más
profundo y duradero.
Asimismo, los juegos grupales, en particular los cooperativos, resultan fundamentales
para el desarrollo de competencias pragmáticas como la toma de turnos, la cortesía verbal y la
persuasión, habilidades que son esenciales para la convivencia y la comunic
ación eficaz en
diferentes contextos. Además, los beneficios cognitivos del juego se evidencian en actividades
como los juegos de resolución de problemas y los juegos narrativos, que estimulan el
razonamiento lógico, el discurso estructurado y la comprensi
ón lectora. Las canciones y rimas
también desempeñan un papel clave en la mejora de la memorización lingüística, ayudando a
los niños a internalizar vocabulario y patrones fonológicos a través de la repetición y la
musicalidad.
Por otro lado, el juego promueve el control emocional y verbal, brindando a los
estudiantes un espacio seguro para experimentar y gestionar sus emociones y aprender a regular
su expresión en función de las normas sociales. Esta habilidad es esencial no sol
o para la
comunicación respetuosa y efectiva, sino también para la construcción de relaciones
interpersonales sólidas y el desarrollo de una autoestima saludable.
En conjunto, estos hallazgos sugieren que el juego debería ser considerado una
estrategia pedagógica central en la educación primaria, ya que ofrece múltiples beneficios que
trascienden el ámbito lingüístico y se extienden al desarrollo integral del niño.
La incorporación
sistemática de actividades lúdicas en el currículo escolar no solo enriquecería el proceso de
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enseñanza
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aprendizaje, sino que también ayudaría a preparar a los estudiantes para enfrentar
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