Vol. 4 – Núm. 2 / Julio – Diciembre – 2023
El discente como constructor de su propio conocimiento: Reflexiones desde la pedagogía
centrada en el aprendizaje
The Learner as the Constructor of Their Own Knowledge: Reflections from Learner-
Centered Pedagogy
O Aluno como Construtor do Próprio Conhecimento: Reflexões a partir da Pedagogia
Centrada no Aprendizado
María Alejandrina Nivela-Cornejo
1
Universidad de Guayaquil
maria.nivelac@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-0356-7243
William Lenin Chenche Jácome
2
Universidad de Guayaquil
william.chenchej@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0003-4258-2582
Segundo Vicente Echeverría-Desiderio
3
Universidad de Guayaquil
segundo.echeverriad@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-0235-190X
DOI / URL: https://doi.org/10.55813/gaea/ccri/v4/n2/270
Como citar:
Nivela, M., Chenche, W. & Echeverría S. (2023). El discente como constructor de su propio
conocimiento: Reflexiones desde la pedagogía centrada en el aprendizaje. Código Científico
Revista de Investigación, 4(2), 981-1012.
Recibido: 12/11/2023 Aceptado: 10/12/2023 Publicado: 31/12/2023
1
Licenciada en Educación Informática con Maestría en Educación Informática; Doctora en Ciencias Humanas,
por la Universidad del Zulia. Autora de varios artículos publicados en revistas arbitradas, autora de libro y coautora
de libros, es miembro activo de una red de investigadores REICIM. Docente en la Universidad de Guayaquil.
2
Ingeniero electrónico y telecomunicaciones, Magister en Dirección Estratégica de las Tecnologías de
información. Autor de artículos publicados en revistas arbitradas. Docente en la Universidad de Guayaquil.
3
Ingeniero químico, Magíster en Desarrollo Sostenible. Docente en la Universidad de Guayaquil.
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Resumen
El artículo aborda la pedagogía centrada en el aprendizaje, destacando que el estudiante es el
constructor activo de su conocimiento. Se resalta el papel del docente como facilitador y guía
en este proceso, promoviendo la autonomía, participación y desarrollo integral del alumno. Se
mencionan las críticas de Philippe Meirieu hacia algunas corrientes educativas, así como la
importancia de adaptar la pedagogía a los cambios en la sociedad y la Educación. Se presenta
la pedagogía Freinet, que fomenta la experimentación y la participación de los estudiantes
desde temprana edad, permitiéndoles involucrarse en procesos de investigación adaptados a
sus capacidades e intereses. Se destacan las técnicas Freinet como herramientas para facilitar
el aprendizaje significativo. Se explora el autoaprendizaje y su uso en el desarrollo de software,
destacando su capacidad para estimular la motivación, la creatividad y el desarrollo de
habilidades cognitiva. Finalmente, se menciona la influencia del enfoque comercial en la
educación y se destaca la importancia de fomentar el pensamiento crítico y las habilidades para
enfrentar los desafíos en un mundo en constante cambio. Se presenta la teoría del
constructivismo de Piaget como base para entender cómo los individuos construyen
conocimiento a partir de sus experiencias. El aprendizaje experiencial coloca la experiencia en
el centro del proceso de aprendizaje, promoviendo la aplicación de conceptos y habilidades a
través de la resolución de problemas y la reflexión. El aprendizaje basado en casos
convencional utiliza casos de estudio para facilitar el aprendizaje y la toma de decisiones
basada en evidencia.
Palabras claves: Constructivismo, Aprendizaje, Experiencial, Pedagogía centrada, Interacción
social
Abstract
The article discusses learner-centered pedagogy, emphasizing the active role of the student in
constructing their knowledge. It highlights the teacher's role as a facilitator and guide in this
process, promoting autonomy, participation, and the holistic development of the learner.
Philippe Meirieu's criticisms of some educational trends are mentioned, as well as the
importance of adapting pedagogy to changes in society and education. The article presents
Freinet pedagogy, which encourages experimentation and student participation from an early
age, allowing them to engage in research processes tailored to their abilities and interests.
Freinet techniques are highlighted as tools to facilitate meaningful learning. Self-directed
learning and its use in software development are explored, emphasizing its ability to stimulate
motivation, creativity, and cognitive skills development. Finally, the influence of the
commercial approach on education is mentioned, and the importance of promoting critical
thinking and skills to address challenges in an ever-changing world.
Keywords: Constructivism, Learning, Experiential, Learner-centered pedagogy, Social
interaction.
Resumo
O artigo aborda a pedagogia centrada no aprendiz, enfatizando o papel ativo do aluno na
construção de seu conhecimento. Destaca-se o papel do professor como facilitador e guia nesse
processo, promovendo a autonomia, a participação e o desenvolvimento integral do aluno. São
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mencionadas as críticas de Philippe Meirieu a algumas tendências educacionais, bem como a
importância de adaptar a pedagogia às mudanças na sociedade e na educação. O artigo
apresenta a pedagogia de Freinet, que incentiva a experimentação e a participação dos alunos
desde tenra idade, permitindo que eles se envolvam em processos de pesquisa adaptados às
suas habilidades e interesses. As técnicas de Freinet são destacadas como ferramentas para
facilitar a aprendizagem significativa. O aprendizado autodirigido e seu uso no
desenvolvimento de software são explorados, enfatizando sua capacidade de estimular a
motivação, a criatividade e o desenvolvimento de habilidades cognitivas. Por fim, menciona-
se a influência da abordagem comercial na educação e a importância de promover o
pensamento crítico e habilidades para enfrentar desafios em um mundo em constante mudança.
Palavras-chave: Construtivismo, Aprendizado, Experiencial, Pedagogia centrada no aprendiz,
Interação social.
Introducción
En el campo de la educación, la forma en que se concibe el proceso de enseñanza y
aprendizaje ha evolucionado a lo largo del tiempo. En lugar de considerar al docente como la
única fuente de conocimiento, se ha puesto mayor énfasis en el papel activo del discente en la
construcción de su propio aprendizaje. Esta perspectiva se fundamenta en la pedagogía
centrada en el aprendizaje, que busca promover la autonomía, la participación y el desarrollo
integral de los estudiantes.
La idea de que el discente es el constructor de su propio conocimiento es uno de los
principales fundamentos de la pedagogía centrada en el aprendizaje. Esta perspectiva
pedagógica reconoce que el aprendizaje no es un proceso pasivo en el cual el conocimiento es
simplemente transmitido por el docente al estudiante, sino que implica una participación activa
por parte del estudiante en la construcción de su propio conocimiento.
En lugar de ser considerado un recipiente vacío que debe ser llenado de información,
el discente es visto como un individuo activo que tiene experiencias previas, conocimientos
previos y habilidades que puede utilizar para construir nuevo conocimiento. Desde esta
perspectiva, el rol del docente es el de facilitador, guía o mentor, cuya función principal es
proporcionar un entorno de aprendizaje en el cual el estudiante pueda interactuar con los
contenidos, explorar ideas, formular preguntas, resolver problemas y construir significado.
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La enseñanza es actualmente una profesión que genera grandes expectativas y que, al
mismo tiempo, está constantemente cuestionada. En algunas ocasiones, parece estar en
constante crecimiento, mientras que, en otras, muchos perciben que su trabajo adquiere
características diferentes a las tradicionales. Es importante reflexionar sobre cómo está
evolucionando la profesión docente, considerando los cambios en la estructura del sistema
educativo, las nuevas metodologías pedagógicas y las transformaciones sociales, culturales y
políticas que afectan a las escuelas. Esto nos lleva a la necesidad de pensar en el presente y
proponer nuevas pedagogías que se adapten a la sociedad en la que vivimos. (Myriam
Southwell, 1997)
Philippe Meirieu (1985) expone de manera contundente su crítica hacia la nueva
corriente educativa, que abarca desde la neuropedagogía hasta las evaluaciones estandarizadas.
Además, ofrece repetidamente herramientas para transformar la práctica educativa diaria:
propone diferentes enfoques pedagógicos, formas alternativas de organizar el tiempo y los
currículos escolares, la construcción de proyectos colectivos, entre otros. De esta manera,
Meirieu considera que la escuela y la pedagogía son espacios privilegiados para resistir y
cambiar el mundo.
La pedagogía centrada en el aprendizaje es una corriente educativa que pone el foco en
el estudiante y en su proceso de construcción del conocimiento. En este enfoque, el maestro
actúa como facilitador y guía del aprendizaje, brindando las herramientas y recursos necesarios
para que los estudiantes puedan explorar, descubrir y construir su propio conocimiento de
manera activa y significativo.
Desde esta perspectiva, se considera que el aprendizaje es un proceso personal y único
para cada individuo, y que cada estudiante tiene diferentes estilos de aprendizaje, intereses y
ritmos de desarrollo. Por lo tanto, es fundamental que el maestro tenga en cuenta estas
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diferencias y adapte sus estrategias pedagógicas para satisfacer las necesidades individuales de
cada estudiante,
En la pedagogía centrada en el aprendizaje, el rol del maestro cambia de ser el
transmisor de conocimientos a ser un mediador del aprendizaje. El maestro crea un ambiente
de aprendizaje en el cual los estudiantes puedan ser activos, participar en proyectos, resolver
problemas, formular preguntas y compartir ideas. Se fomenta el trabajo colaborativo, la
investigación y la experimentación, promoviendo el desarrollo de habilidades como el
pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación y la autonomía.
Además, esta pedagogía pone énfasis en la motivación intrínseca, es decir, en despertar
el interés y la curiosidad de los estudiantes por aprender. Se busca generar un ambiente
estimulante y significativo, donde los estudiantes puedan relacionar los contenidos con su
realidad y aplicarlos en situaciones concretas. De esta manera, se fomenta la conexión entre el
aprendizaje escolar y la vida cotidiana, lo que aumenta la relevancia y el sentido del
conocimiento adquirido
La pedagogía centrada en el aprendizaje se basa en varios principios fundamentales. En
primer lugar, reconoce la importancia de la motivación intrínseca del estudiante. Cuando los
estudiantes están motivados por su propio interés y curiosidad, tienen una mayor disposición
para explorar y aprender de manera autónoma.
En segundo lugar, se enfoca en el aprendizaje activo y práctico. Los estudiantes
aprenden mejor cuando están involucrados en actividades concretas, como proyectos,
experimentos, discusiones grupales o resolución de problemas. Estas actividades les permiten
aplicar y relacionar los conceptos y habilidades que están aprendiendo, lo que facilita la
construcción de un conocimiento significativo.
En tercer lugar, la pedagogía centrada en el aprendizaje promueve la interacción social
y la colaboración entre los estudiantes. El aprendizaje no es un proceso individual y aislado,
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sino que se ve enriquecido a través de la interacción con los demás. Mediante el trabajo en
equipo, la discusión y el intercambio de ideas, los estudiantes pueden construir conocimiento
de manera conjunta y desarrollar habilidades de comunicación y colaboración.
Por último, la evaluación se concibe como una herramienta para el aprendizaje y no
solo como una medida de resultados. Se busca evaluar no solo el conocimiento memorístico,
sino también las habilidades de pensamiento crítico, la creatividad, la resolución de problemas
y la capacidad de aplicar el conocimiento en situaciones reales.
En resumen, la pedagogía centrada en el aprendizaje reconoce al discente como el
constructor de su propio conocimiento, promoviendo la participación activa, la motivación
intrínseca, el aprendizaje práctico, la interacción social y una evaluación formativa. Al adoptar
esta perspectiva, se fomenta el desarrollo de habilidades cognitivas, socioemocionales y
metacognitivas, preparando a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo actual y
futuro.
Según Freinet (1974), el uso de técnicas como las lecciones resultaba desgastante y
saturaba a los estudiantes, considerándolas meras palabras vacías. Freinet argumentaba que los
niños y niñas mostraban mayor receptividad hacia técnicas que les permitían experimentar y
reflexionar por sí mismos. Además, sostenía que estas técnicas limitaban la creatividad de los
estudiantes y se alejaban de sus necesidades y exigencias durante el proceso de aprendizaje.
Freinet describía una dinámica en la que los docentes eran vistos como poseedores del
conocimiento, mientras que los educandos eran percibidos como personas ignorantes
(González Monteagudo, 1988). Por otro lado, una pedagogía crítica y liberadora que fomenta
la creatividad a través de la investigación y el descubrimiento, según Carrillo (2016), permite
el desarrollo de los estudiantes como individuos activos y participativos.
La pedagogía Freinet promueve la experimentación y la participación de niños y niñas
desde temprana edad, permitiéndoles involucrarse en procesos de investigación adaptados a
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sus capacidades e intereses. Esto genera aprendizajes significativos que también incluyen la
reflexión como parte integral del proceso de enseñanza y aprendizaje. Las técnicas Freinet son
herramientas utilizadas por los docentes para facilitar la práctica educativa desde la perspectiva
freinetiana. Estas técnicas se centran en la cotidianidad de los alumnos, considerando sus
experiencias diarias como base fundamental del aprendizaje. A través de una reflexión basada
en la experimentación, se otorga significado al conocimiento adquirido. Además, se busca
ampliar las fuentes y los entornos de aprendizaje, eliminando las barreras entre la sociedad, el
entorno y la escuela (Bergós, 2014).
¿Cuál es el modelo de estudiante? El enfoque considera al estudiante como un individuo
activo y procesador de información, que posee esquemas, planes y estrategias para aprender y
resolver problemas, los cuales deben ser desarrollados. Incluso en entornos escolares
restrictivos, se reconoce que el estudiante siempre exhibe un cierto nivel de actividad cognitiva,
por lo que nunca se le considera como un ser pasivo dependiente de factores ambientales o
instruccionales. Desde la perspectiva cognitiva, se busca desarrollar esta actividad inherente
para lograr un procesamiento más efectivo.
Además, se espera que el estudiante desarrolle habilidades intelectuales, estrategias y
otras capacidades para enfrentar de manera eficiente diferentes situaciones de aprendizaje,
tanto favorables como desfavorables. Asimismo, se busca que pueda aplicar los conocimientos
adquiridos frente a nuevas situaciones, ya sea en un dominio específico o en ámbitos
interdisciplinarios. Para los aprendices, es importante conocer los conceptos particulares de las
disciplinas y las prácticas discursivas de ellas. (Astudillo Calderón, 2023)
¿Cuál es el modelo de docente? El enfoque cognitivista en la enseñanza pone más
énfasis en el contenido que en la forma, es decir, no se enfoca en objetivos exhaustivamente
extensos o tareas altamente complejas. En cambio, parte de la premisa de que los estudiantes
ya poseen conocimientos previos (esquemas) y se centra en programar experiencias basadas en
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hechos llamativos. Se busca un aprendizaje significativo y la optimización de los procesos de
cognición y metacognición.
Desde esta concepción, el docente debe reconocer que los estudiantes son agentes
activos en su propio proceso de aprendizaje. Los estudiantes son vistos como sujetos que
aprenden a aprender y a pensar. El papel del docente se centra en diseñar y organizar
experiencias didácticas que promuevan estos objetivos.
En el contexto del paradigma cognitivista, que respalda el modelo educativo a distancia,
se destaca la responsabilidad que asume el docente en el aula, así como en todas las etapas en
las que planifica, organiza, ejecuta y evalúa el proceso educativo. Esto incluye el currículo, los
modelos y enfoques pedagógicos, y las didácticas. Esta responsabilidad le permite al docente
cualificar la relación compleja entre el saber y el hacer que implica la virtualidad, desde una
perspectiva ontológica, epistemológica y teórica (Ramírez, 2013).
Desarrollo
El Autoaprendizaje
El autoaprendizaje se ha vuelto cada vez más común y su uso también se ha
incrementado en el desarrollo de software. Este método, con la ayuda de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC), permite el desarrollo de los siguientes procesos
cognitivos de autoaprendizaje.
Existe motivación para aprender debido a la "realidad virtual y aumentada" que se
presenta, donde se permite la interacción.
Se incrementa el potencial creativo y la creatividad abierta, lo que facilita la asimilación
y aplicación de lo analizado en el grupo escolar.
Se desarrolla la capacidad de síntesis, comprensión y extracción de las ideas principales
del tema, fomentando e incentivando la investigación.
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Se mejora el manejo del tiempo, lo que permite la autoevaluación. El desarrollo de este
tipo de software interactivo es un valor añadido en el entorno escolar. Facilita y motiva al
alumno a involucrarse por sí mismo en el estudio de un tema de su interés, ya sea a través de
Internet utilizando diferentes buscadores, la virtualidad y la realidad aumentada. Este tipo de
software facilita la recreación o simulación de diversos entornos para el aprendizaje de todas
las disciplinas en estudio.
Estrategia Didáctica
La estrategia didáctica en la que Internet también colabora para que el alumno aprenda
a través de una variedad de herramientas que posee, facilitando el estudio y comprensión de un
tema. Desde la década de 1990, Internet ha sido considerada con el potencial de facilitar el
aprendizaje colaborativo. Según Bailey y Cotlar (1994), el aprendizaje es un proceso
intrínsecamente social, basado en la interacción y cooperación entre personas, y por esta razón,
Internet lo facilita.
La actividad independiente de los estudiantes, con la ayuda de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC), es decir, a través del método didáctico de actividad
independiente utilizando un software educativo específico, permite generar ambientes de
aprendizaje activos y de autoaprendizaje. Además, los participantes pueden realizar foros de
discusión, teleconferencias, acceder a bibliotecas, revisar bibliografía y realizar tareas.
La actividad independiente se convierte en una excelente estrategia didáctica que
posibilita el aprendizaje autónomo de los estudiantes. Además, contribuye al refuerzo, ya que
la mayoría de las actividades presentan fases de autoevaluación entre temas o al final de cada
tema desarrollado. Por otro lado, se adapta a la disponibilidad de tiempo y disposición para
aprender, permitiendo flexibilidad en el horario de estudio. Sin dejar de lado las actividades
formativas de los estudiantes.
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En este método, al igual que en otros, Internet juega un papel muy importante en la
búsqueda del conocimiento. Además, existen muchos softwares que permiten estimular la
creatividad. Al posibilitar el aprendizaje autónomo y libre de los estudiantes, se logran otras
competencias como la información y la autodisciplina.
En síntesis, la mayoría de los tipos de aprendizaje, por no decir todos, pueden hacer uso
de las herramientas TIC. También existen una variedad de aplicaciones web, ya sea
desarrolladas específicamente para la educación o que puedan ser adaptadas y utilizadas para
favorecer el aprendizaje significativo. Los alumnos, de forma autodidacta e independiente,
pueden construir conocimiento. Por otro lado, los mismos alumnos pueden navegar por la red
y elegir aquellas páginas web que, según su criterio, les sean más beneficiosas y les faciliten
una mejor comprensión de las cosas.
Los gestores educativos no deben pasar por alto que las TIC están presentes en nuestras
vidas y seguirán nutriéndose de nuevas y innovadoras formas de aplicación. Por lo tanto, se
espera que sean estas instituciones las que deben velar por estimular y actualizar
constantemente a los docentes con las herramientas TIC. Esto les permitirá adaptar su
planificación estratégica en el aula al modelo de aprendizaje que utilicen. Es fundamental
también que los gestores promuevan y estén abiertos a las transformaciones tecnológicas y
curriculares, con el objetivo de ofrecer conocimiento, educación, valores, sensibilidad social,
desarrollo sostenible y competencias de calidad a sus ciudadanos.
Innovación Pedagógica.
La innovación pedagógica se refiere a la aplicación de teorías y principios para cambiar
la manera en que se enseña un conocimiento, ya sea de forma autónoma, asistida, tutorada o
dirigida. Su objetivo es modificar las prácticas pedagógicas existentes, a partir de la integración
de nuevos enfoques y paradigmas. Los impulsores de la innovación pedagógica buscan alterar
las estructuras educativas establecidas, introduciendo acciones que generan perturbaciones en
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ellas. De esta manera, desafían los preceptos educativos tradicionales y contribuyen a su
transformación. La introducción de nuevas metodologías de aprendizaje en el aula implica una
reflexión y cambios significativos en la concepción del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Las características de una innovación pedagógica.
Las características de una innovación pedagógica incluyen la relación dinámica entre
enseñanza y aprendizaje, abarcando todas las actividades relacionadas con esta dinámica.
Además de los docentes, el conocimiento y los estudiantes, también implica la tecnología, el
acceso a datos y las interacciones locales y ampliadas, incluso involucrando a comunidades
que interactúan en torno a intereses específicos. En resumen, la innovación pedagógica está
determinada por el entorno y la cultura.
Según Moschen (2008), las instituciones que generan innovaciones deben estar
dispuestas a enfrentar tensiones internas y crisis de crecimiento que las llevan a cuestionar su
propia identidad y autonomía. Esto se complementa con la idea de Gros y Lara (2009) de que
la innovación implica asumir riesgos, ya que no se conocen de antemano ni el camino ni los
resultados que se obtendrán.
Sin embargo, la innovación por sí sola no tiene valor intrínseco. Según García y Gros
(2013), los cambios deben ser incorporados y justificados en términos que demuestren una
diferencia con lo que se hace actualmente y que agreguen valor. Zabalza (2013) agrega que la
innovación no solo implica hacer las cosas de manera diferente, sino hacerlas mejor.
La innovación pedagógica y los nuevos escenarios tecnológicos
Según el informe (Johnson et al., 2016) se prevé que en las próximas décadas se
produzcan cambios en la educación superior relacionados con la integración de nuevas
tecnologías, la disponibilidad y ubicuidad del conocimiento El informe concluye que, a corto
plazo, se espera que las instituciones educativas introduzcan gradualmente diseños de
aprendizaje que combinen diferentes medios y estrategias, así como nuevas formas de evaluar
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el aprendizaje. A medio plazo, se espera un rediseño o modificación de los espacios de
aprendizaje, lo que implica un enfoque hacia un modelo de aprendizaje más profundo. Por
último, a largo plazo, se espera que estos cambios impulsen el desarrollo de una cultura de la
innovación en las instituciones, lo que llevará a replantear las formas y estrategias de trabajo
en la educación superior.
¿Qué quiere decir, exactamente, que los alumnos construyen significados?
Cuando son capaces de establecer conexiones lógicas y no arbitrarias entre lo que
aprendemos y lo que ya conocen. En otras palabras, se construye el significado al integrar o
asimilar nueva información de aprendizaje a nuestros esquemas existentes de comprensión de
la realidad. La importancia de la significatividad de un contenido radica en su capacidad de
encajar en esquemas previos de manera más o menos coherente.
El aprendizaje significativo se lleva a cabo a través de dos elementos fundamentales: la
actividad constructiva y la interacción con otros. El proceso de aprendizaje significativo
requiere una participación activa por parte del estudiante, que implica establecer relaciones
entre el nuevo contenido y los esquemas de conocimiento previos.
Es importante diferenciar lo que un alumno puede aprender por sí mismo y lo que puede
aprender y hacer en contacto con otras personas, ya sea observándolas, imitándolas, prestando
atención a sus explicaciones, siguiendo sus instrucciones o colaborando con ellos. No todo el
aprendizaje es necesariamente significativo, por lo que es relevante considerar las condiciones
que deben cumplirse para que sea significativo.
En primer lugar, el alumno debe contar con los conocimientos previos adecuados para
poder acceder a los nuevos conocimientos. Además, el contenido a aprender debe tener un
significado psicológico, lo que implica que el alumno pueda establecer relaciones no arbitrarias
entre lo que está aprendiendo y lo que ya conoce, y así poder integrarlo en su estructura de
significados previa. En este sentido, es necesario utilizar estrategias metodológicas que activen
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los conceptos previos, como los denominados Organizadores Previos, que son bloques de
conocimiento estructurados que brindan un marco para que el contenido a aprender pueda
relacionarse de manera efectiva.
2.1. El contenido que se va a aprender debe tener una estructura interna definida, una
lógica intrínseca y un significado inherente. Es difícil para el alumno construir significados si
el contenido es vago, poco estructurado o arbitrario, es decir, si no tiene un potencial
significativo desde el punto de vista lógico.
2.2. El alumno debe tener una actitud favorable hacia el aprendizaje significativo. Debe
tener la intención de relacionar el nuevo material de aprendizaje con lo que ya sabe. Todo esto
dependerá en última instancia de su motivación para aprender y de la capacidad del profesor
para despertar y fomentar esta motivación.
Interacción con los conocimientos previos.
El aprendizaje no dependerá tanto de la competencia intelectual del alumno como de la
existencia de conocimientos previos relacionados con el contenido que se va a aprender.
Otros factores influyentes
Además del conocimiento previo, existen otros procesos psicológicos que actúan como
mediadores entre la enseñanza y los resultados del aprendizaje. Estos incluyen la percepción
del alumno sobre la escuela, el profesor y sus acciones; sus expectativas ante la enseñanza; sus
motivaciones y actitudes; y las estrategias de aprendizaje que es capaz de utilizar, entre otros.
En última instancia, los significados que el alumno construye a partir de lo que se le enseña no
solo dependen de sus conocimientos previos y su relación con el nuevo material de aprendizaje,
sino también del sentido que atribuye a esto y a la propia actividad de aprendizaje.
Los significados que el alumno finalmente construye son el resultado de una serie
compleja de interacciones en las que intervienen al menos tres elementos: el propio alumno,
los contenidos de aprendizaje y el profesor, quien guía el proceso de construcción de
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conocimiento al involucrar al alumno en tareas y actividades que le permiten construir
significados cada vez más cercanos a los contenidos del currículo escolar. Por lo tanto, el
profesor cumple un papel de guía y mediador.
En resumen, todo aprendizaje debe cumplir tres requisitos:
✓ El contenido debe ser potencialmente significativo, es decir, relevante para el interés o
experiencia del alumno.
✓ El alumno debe estar motivado para aprender. Aquí es fundamental el papel del profesor
como elemento clave para estimular el aprendizaje significativo y orientarlo en una
dirección determinada.
✓ El aprendizaje debe tener un carácter funcional, lo que significa que todos los
conceptos, conocimientos, normas, etc., que el alumno adquiere deben serle útiles de
manera que pueda aplicarlos en diversas circunstancias que lo requieran.
Intenciones de conocimientos previos
Las intenciones de diseño están influenciadas por la historia del alumno. Al comenzar
el proceso de aprendizaje, especialmente en los primeros semestres, el alumno tiene como
referencia para el diseño las casas que le gustan, las imágenes que ha visto en sus viajes en
autobús y las casas de amigos o familiares que lo han impresionado. Estos referentes, junto con
elementos como una estufa, un ventanal o una cocina, conforman su catálogo y su
conocimiento previo. En este punto, el alumno puede tener una visión fragmentada y múltiples
ejemplos de diseños que le gusta.
El docente, respetando esa historia previa, debe esforzarse por ayudar al alumno a
reconocer el diseño como algo integral. Debe presentarle alternativas y abrirle la puerta a un
mundo nuevo que aún no conoce y que está relacionado con los conocimientos que va a
adquirir. En este momento, el alumno comienza un camino de búsqueda que seguramente no
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será lineal. A medida que recorre este camino, podrá experimentar con diferentes formas de
diseñar y, en el proceso, irá construyendo su propia historia.
La influencia del enfoque comercial ha penetrado de manera creciente en el sistema
educativo y el proceso de aprendizaje. Conceptos como competencias, impacto, créditos,
rangos y percentiles se utilizan para ocultar las desigualdades tanto materiales como simbólicas
que existen entre profesores y alumnos. Estos términos pretenden disimular las limitaciones y
desventajas con las que ambos grupos se enfrentan diariamente, así como las condiciones de
trabajo que afectan las prácticas educativas. Carina Rattero (2000).
En general, la educación no se limita a la transmisión de información establecida, sino
que implica fomentar el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la capacidad de
adaptarse y crear soluciones nuevas en un mundo en constante cambio. Educar no solo implica
adquirir conocimientos, sino también desarrollar habilidades y competencias que permitan a
las personas enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que se les presenten en la
vida Antelo Estanislao.
Teoría del Constructivismo. Piaget.
La teoría del Constructivismo, que explica cómo se interioriza el conocimiento por
parte del aprendiz, se atribuye principalmente a Jean Piaget, aunque otros pedagogos como Lev
Vygotsky también destacan en este enfoque del aprendizaje. Piaget, un psicólogo suizo de
principios del siglo XX, planteó que, a través de procesos de acomodación y asimilación, los
individuos construyen nuevos conocimientos a partir de sus experiencias. La asimilación
ocurre cuando las experiencias de los individuos se ajustan a su representación interna del
mundo, integrando la nueva experiencia dentro de su marco de conocimientos existente.
Según la perspectiva constructivista, se considera que en el ámbito escolar, los alumnos
aprenden y se desarrollan cuando son capaces de construir significados adecuados en relación
a los contenidos del currículum escolar. Esta construcción implica la participación activa y
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completa del alumno, su disposición y sus conocimientos previos, en el contexto de una
situación interactiva en la cual el profesor actúa como guía y mediador entre el estudiante y la
cultura. El aprendizaje depende en gran medida de esta mediación.
El impacto del constructivismo no se limita únicamente a las habilidades cognitivas,
sino que también influye en todas las capacidades y tiene repercusiones en el desarrollo integral
del alumno. El constructivismo se refiere a la idea de que las personas construyen sus ideas
sobre el funcionamiento del mundo y, en términos pedagógicos, construyen sus aprendizajes
de manera activa, creando nuevas ideas o conceptos basados en los conocimientos presentes y
pasados.
Principales características de la visión constructivista del aprendizaje.
El aprendizaje es un proceso constructivo interno.
El alumno construye su propio conocimiento a través de la relación de nuevas ideas con
las ideas ya existentes en su mente. Entre las características del aprendizaje como proceso
constructivo interno, se incluyen el hecho de que es un proceso dinámico y continuo, en el que
el alumno es el agente activo de su propio aprendizaje. Además, el aprendizaje es personalizado
y se adapta a las necesidades individuales del estudiante. Finalmente, el aprendizaje como
proceso constructivo interno promueve la creatividad, la motivación y el desarrollo de
habilidades cognitivas y metacognitivas, como la capacidad de resolver problemas y tomar
decisiones.
El aprendizaje depende del nivel de desarrollo del sujeto.
Entre las características del aprendizaje como proceso de reorganización cognitiva, se
incluyen el hecho de que es un proceso permanente, donde el alumno es el protagonista de su
aprendizaje. Cuando el nivel de desarrollo del sujeto no es adecuado pueden presentarse
dificultades en la adquisición de conocimientos y habilidades, que se traducen en un bajo
rendimiento académico o en dificultades para desempeñarse en situaciones cotidianas. También
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puede afectar su capacidad para resolver problemas y tomar decisiones de manera efectiva. En
el ámbito educativo, puede requerirse de intervenciones especiales y adaptativas para hacer
frente a estas dificultades y ayudar al estudiante a alcanzar su máximo potencial.
El aprendizaje es un proceso de reorganización cognitiva.
Si se da un proceso de reorganización cognitiva, puede mejorar el conocimiento del
sujeto ya que se trata de construir nuevas ideas y conceptos en base a los ya existentes en su
mente. A medida que el sujeto construye su propio conocimiento, se produce una
reorganización en su estructura cognitiva, lo que puede llevar a una comprensión más profunda
y significativa de los conceptos y temas. Esto puede ayudar a mejorar el rendimiento académico
y las habilidades cognitivas y metacognitivas. La reorganización cognitiva en el individuo
implica la formación de nuevos esquemas mentales y la reestructuración de la información
existente para acomodar la nueva información aprendida. A medida que el individuo construye
su propio conocimiento, se produce una reorganización en su estructura cognitiva.
El aprendizaje se ve favorecido por la interacción social.
La interacción social puede favorecer el aprendizaje de diversas maneras; por ejemplo,
permite que los estudiantes compartan sus ideas y conocimientos entre sus pares. Además, la
interacción social puede fomentar el pensamiento crítico y la resolución de problemas, al
permitir que los estudiantes discutan y debatan diferentes puntos de vista. Puede promover la
motivación y el compromiso con el aprendizaje, al ofrecer un ambiente de apoyo y
retroalimentación.
El aprendizaje se fundamenta en la toma de conciencia de la realidad.
Se puede aprender tomando conciencia de la realidad al prestar atención y ser
consciente del mundo que nos rodea, y reflexionar críticamente sobre las experiencias y
aprendizajes. Esto implica reconocer tanto nuestras fortalezas como nuestras debilidades, y
estar abiertos a nuevas perspectivas y posibilidades de aprendizaje. Tomar conciencia de la
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realidad es un proceso continuo que se puede mejorar y desarrollar a través de la práctica
consciente y la reflexión constante. La práctica de la meditación y la conciencia plena también
pueden ayudar a tomar conciencia de la realidad y mejorar la capacidad de estar presente en el
momento actual. Además, leer y educarse sobre una variedad de temas puede ampliar la
perspectiva y aumentar la conciencia de la realidad que nos rodea.
El niño es la causa principal de su propio desarrollo.
Esto sucede ya que es la propia capacidad de aprendizaje y exploración del niño la que
impulsa su desarrollo cognitivo y emocional. A medida que el niño crece, adquiere nuevas
habilidades y conocimientos a través de la exploración activa de su entorno y mediante el
aprendizaje por experiencia propia. Es así como el niño es capaz de construir su propio
conocimiento, desarrollar habilidades y destrezas, y desarrollar su propia identidad. El papel
de los adultos y cuidadores es importante para facilitar y apoyar el desarrollo del niño, pero es
el niño mismo quien en última instancia es el motor principal de su propio desarrollo.
Los docentes pueden promover que el niño realice su propio desarrollo estimulando la
exploración activa y el aprendizaje por experiencia propia. Además, pueden ofrecer un
ambiente seguro y acogedor que fomente la creatividad y la experimentación. Al permitir que
los niños tomen decisiones y elijan su propio camino de aprendizaje, los docentes pueden
motivarlos a tomar la iniciativa y ser más autónomos en su propio desarrollo. También pueden
ofrecer orientación y apoyo para ayudar a los niños a superar obstáculos y desafíos en el
camino.
Características esenciales del aprendizaje constructivista:
La importancia de lo que el aprendiz tiene en su mente es relevante. Los resultados del
aprendizaje no solo dependen de la situación de aprendizaje y las experiencias proporcionadas
a los alumnos, sino también de sus conocimientos previos, concepciones y motivaciones.
Encontrar sentido implica establecer relaciones. Los conocimientos que se conservan en la
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memoria a largo plazo no son hechos aislados, sino que están estructurados e interrelacionados
de diversas formas.
El sujeto que aprende construye activamente el significado. Los estudios sobre la
comprensión sugieren que interpretamos nuevas experiencias de manera activa, utilizando
analogías basadas en nuestras estructuras de conocimiento existentes. Desde la perspectiva
constructivista, la realidad no se extrae del conocimiento, sino que solo existe en la medida en
que la construimos.
Esta concepción activa de construcción de significado implica dos puntos importantes.
En primer lugar, la comprensión implica tener expectativas y no simplemente ser receptores de
información. En segundo lugar, la cuestión de lo que se considera aprendizaje significativo se
basa en el acuerdo entre nuestras experiencias y nuestras concepciones.
Los alumnos son responsables de sus propios aprendizajes. Desde la perspectiva
constructivista, reconocemos que los alumnos continuamente realizan sus propias síntesis
ordenadas de conocimientos. El aprendizaje constructivo se basa en la experiencia. Desde la
perspectiva del educador, es importante tener en cuenta las características del alumno y adaptar
la selección y secuenciación de contenidos conceptuales, valores, actitudes, habilidades y
estrategias de conocimiento.
Los modelos autoestructurantes
Se basan en la idea de que la educación es un proceso de construcción interna por parte
del estudiante, lo que implica privilegiar las estrategias de descubrimiento e invención y centrar
los procesos en la dinámica y el interés del alumno. En estos modelos, el docente actúa como
guía o acompañante en el proceso de aprendizaje (De Zubiría, 2007)
Dentro de estos enfoques se encuentran el cognitivismo, el constructivismo, el
constructivismo social y la modificabilidad cognitiva estructural. En todos ellos, el estudiante
es el foco central de la actividad pedagógica. Es él quien gestiona y construye su propio
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conocimiento, generando nueva información a partir de su propio bagaje de conocimientos.
Aunque el cognitivismo comparte algunos conceptos del conductismo, como el refuerzo, la
retroalimentación, la motivación y la objetividad, los cognitivistas reconocen que el proceso
de aprendizaje implica la reorganización de las estructuras cognitivas a través de las cuales las
personas procesan y almacenan la información. Además, consideran que ciertos procesos de
aprendizaje son exclusivos de los seres humanos.
El enfoque cognitivista enfatiza los procesos de pensamiento como generadores del
aprendizaje y considera al estudiante como un procesador activo de información. Según esta
corriente, el aprendizaje es un proceso complejo que va más allá de simples asociaciones
memorísticas. El cognitivismo explica cómo los individuos incorporan nuevos esquemas a sus
estructuras de conocimiento, lo que les permite acceder a niveles de pensamiento cada vez más
abstractos. Los conocimientos previos son fundamentales para adaptar los contenidos a las
capacidades y posibilidades del estudiante, con el objetivo de lograr aprendizajes significativos.
Los cognitivistas argumentan que el aprendizaje significativo sigue una serie de fases
que involucran una complejidad y profundidad progresiva (Díaz Barriga y Hernández, 2002).
Esta afirmación es relevante al aplicar este enfoque progresivo en la presentación de contenidos
en cursos a distancia, donde los estudiantes no tienen la oportunidad de hacer preguntas directas
al profesor y a menudo deben resolver y tomar decisiones por sí mismos. También es
importante considerar cómo los individuos organizan e incorporan nueva información, así
como las razones para darle sentido y transformarla en un conocimiento útil. Esto asegurará la
creación de contenidos altamente significativos que promuevan la retención a largo plazo y la
aplicación práctica del conocimiento.
El constructivismo es otra teoría auto estructurante que se basa en la premisa de que
cada individuo construye su propia perspectiva del mundo a través de sus experiencias y
esquemas mentales. El enfoque constructivista se centra en preparar al estudiante para resolver
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problemas en condiciones ambiguas (Schuman, 1996). Los principios fundamentales del
constructivismo se pueden resumir en tres aspectos: el aprendizaje es un proceso interno que
se basa principalmente en las capacidades y el desarrollo cognitivo del individuo, donde la
intención de aprender está determinada por la relevancia y la significatividad de lo que se
percibe; el punto de partida del aprendizaje son los conocimientos previos del estudiante; y el
aprendizaje implica la reconstrucción de conocimientos culturales, facilitado a través de la
mediación e interacción con otros.
Moore examina en su trabajo las tres formas más comunes de interacción en la
educación a distancia: estudiante-estudiante, estudiante-profesor y estudiante-contenido
(Yiannis et al., 2009). Las teorías modernas constructivistas y conectivistas destacan la
importancia de la interacción entre pares para el desarrollo de habilidades cognitivas
(Anderson, 2008). En cualquier modelo educativo, pero especialmente en la educación a
distancia, es responsabilidad del docente estimular la motivación y participación activa de los
estudiantes, así como aumentar el significado potencial de los materiales académicos, para que
el alumno asuma un papel activo en la construcción de su propio conocimiento.
Diversos estudios (Visser, 2002; Navarro, 2006; Hughes, 2007) han demostrado que la
interacción del estudiante con los elementos del entorno de aprendizaje a distancia (profesor,
compañeros, materiales e interfaz) contribuye a fomentar la permanencia del estudiante en los
cursos y a promover la eficacia en el logro de los objetivos.
Existen estrategias que se pueden utilizar en los cursos a distancia para fomentar la
construcción del aprendizaje, como el método de proyectos de trabajo, el estudio de casos, la
realización de ejemplos y los círculos de aprendizaje, entre otros (Cabero et al., 2006; Morales
y Domene, 2006; Romero, 2006). Estas estrategias, aunque requieren esfuerzo individual,
promueven el trabajo colaborativo orientado a la resolución de problemas contextuales
inmediatos. Desde la perspectiva sociocultural, se sostiene que la construcción del
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conocimiento no puede ser pensada de manera individualizada, sino que está influenciada por
la época, la cultura y el entorno social en el que se vive. Estos principios fundamentan los
métodos de enseñanza basados en la interacción social, que son una orientación actualizada de
los entornos de aprendizaje a distancia y promueven el trabajo colaborativo.
Una propuesta teórica que combina elementos de los enfoques y hetero estructurantes
es la de Reuven Feuerstein, quien desarrolló la teoría de la modificabilidad cognitiva estructural
(MCE). Esta teoría sostiene que el desarrollo humano está influenciado tanto por factores
biológicos como socioculturales, y destaca la importancia de la experiencia de aprendizaje
mediado (EAM) en la modificabilidad humana. La EAM enfatiza la mediación como un
instrumento para aumentar las posibilidades de un individuo de lograr aprendizajes
significativos a través de diferentes herramientas y estrategias, como la extrapolación de
conocimientos de un contexto a otro. Para estimular la motivación intrínseca y asegurar que el
estudiante comprenda y asimile los contenidos ofrecidos, se busca un diseño adecuado de las
actividades o tareas solicitadas. Según la MCE, el aprendizaje se da a través de dos formas de
interacción del individuo con su entorno: la exposición directa a los estímulos, considerada la
forma más penetrante, y la EAM, en la cual la interacción es mediada por otra persona de
manera intencional. La falta de EAM puede disminuir la capacidad de modificabilidad del
organismo, lo que resulta en una carencia o reducción de la capacidad de aprendizaje, incluso
cuando la exposición directa a los estímulos es de naturaleza operativa activa (Noguez, 2002).
En el caso de los estudiantes que utilizan continuamente la tecnología, que está en constante
cambio, la modificabilidad cognitiva es esencial para adaptarse y responder a los entornos tanto
reales como virtuales, lo que se conoce como plasticidad en la educación a distancia.
Para fomentar la modificabilidad cognitiva en un entorno de aprendizaje a distancia, el
docente desempeña un papel fundamental como agente mediador. Además de dominar el
contenido disciplinario, el docente debe tener habilidades para planificar, diseñar y administrar
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el entorno de aprendizaje, investigar y explorar, crear un ambiente propicio, evaluar de manera
continua y enseñar con el ejemplo. Con todos estos elementos, se busca estimular la
modificabilidad cognitiva de los estudiantes para que puedan construir y reconstruir su
conocimiento, y sean capaces de satisfacer sus propias necesidades y las del entorno. El docente
debe establecer una interacción constante y mantener un diálogo continuo con sus estudiantes
para orientar el sentido de los aprendizajes requerida.
Se requiere un cambio en el papel de las personas que facilitan el proceso educativo.
La pedagogía crítica plantea la necesidad de romper con la práctica tradicional del educador o
educadora, que asume una postura neutral y distante del grupo con el que trabaja, limitándose
a una labor educativa meramente técnica. En cambio, desde esta pedagogía se propone la figura
de un "profesor-pueblo" que se involucre con el grupo, acompañando su experiencia cotidiana
y reconociendo su condición de opresión.
Para ello, es importante que la persona que acompaña y facilita el proceso se cuestione
ciertas preguntas fundamentales, como plantea Freire en sus escritos: ¿Con quién estoy?
¿Contra quién estoy? ¿Cómo puedo trabajar con los demás desde una postura de humildad y
horizontalidad? ¿Quiénes son los demás? ¿Cuánto de mí hay en ellos y cuánto de mí no hay en
ellos? Este proceso implica tomar conciencia de las propias situaciones de opresión, ya sean
materiales o simbólicas, que la persona haya experimentado, y a partir de ello acompañar más
de cerca las experiencias de otros. Es importante reconocer que, a pesar de haber cursado una
carrera universitaria y poseer un título, las personas pueden haber experimentado situaciones
de exclusión y violencia. Es necesario tener en cuenta que la sociedad actual está estructurada
en base a diversas asimetrías, como género, etnia, orientación sexual, entre otras, que afectan
de diferentes maneras las experiencias humanas.
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Aprendizaje Experiencial
El Aprendizaje Experiencial se define como un marco de referencia que coloca la
experiencia en el centro del proceso de aprendizaje (Kiss et al., 2021). Se trata de un enfoque
de formación que se enfoca en la aplicación de conceptos y el desarrollo de habilidades
(LeClair, 2018), haciendo especial hincapié en la investigación individual y la colaboración, a
partir de problemas auténticos. En este contexto, la comunicación y discusión de conclusiones
basadas en evidencias son promovidas para fomentar el "aprender a aprender" (Montanero
Fernández, 2019).
El Aprendizaje Experiencial es un enfoque educativo que se basa en el aprendizaje a
través de experiencias prácticas y directas. En este enfoque, el énfasis se coloca en la
participación activa del estudiante en situaciones reales o simuladas que le permiten aplicar y
reflexionar sobre los conceptos y habilidades que se están aprendiendo.
En lugar de simplemente recibir información de manera pasiva, los estudiantes se
involucran en actividades prácticas, experimentan las consecuencias de sus acciones y
reflexionan sobre lo que han aprendido de esas experiencias. Esto les permite construir
conocimiento de manera significativa, relacionando los conceptos teóricos con situaciones
concretas y aplicando lo aprendido en contextos reales.
El Aprendizaje Experiencial promueve la exploración, el descubrimiento, el trabajo en
equipo y la resolución de problemas. Se basa en la idea de que los estudiantes aprenden mejor
cuando están activamente involucrados en el proceso y cuando tienen la oportunidad de aplicar
lo que están aprendiendo en situaciones auténticas.
Este enfoque puede tomar diversas formas, como proyectos prácticos, pasantías,
aprendizaje basado en problemas, simulaciones o actividades de laboratorio. El objetivo es que
los estudiantes adquieran habilidades prácticas, desarrollen su pensamiento crítico, mejoren su
capacidad de toma de decisiones y se preparen para enfrentar desafíos del mundo real. Es un
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enfoque educativo que fomenta el aprendizaje a través de experiencias prácticas y directas,
permitiendo a los estudiantes aplicar, reflexionar y construir conocimiento de manera
significativo.
El Aprendizaje Basado en Casos convencional
Es una estrategia educativa que utiliza casos de estudio para facilitar el aprendizaje y la
comprensión de conceptos, teorías y aplicaciones prácticas en un contexto específico. En esta
metodología, se presenta a los estudiantes un caso o situación real, que puede ser un problema,
un dilema o una experiencia concreta relacionada con el tema de estudio.
Los estudiantes tienen la oportunidad de analizar y discutir el caso, identificando los
problemas, investigando posibles soluciones y tomando decisiones fundamentadas. Este
enfoque promueve el pensamiento crítico, la resolución de problemas, el trabajo en equipo y la
aplicación práctica del conocimiento.
En el Aprendizaje Basado en Casos convencional, los casos se presentan a los
estudiantes con anticipación, para que puedan estudiarlos de manera individual o en grupo
antes de la sesión de clase. Durante la clase, se realiza una discusión guiada por el facilitador,
quien ayuda a los estudiantes a analizar el caso, plantear preguntas relevantes y explorar
diferentes perspectivas. Se fomenta el intercambio de ideas y la participación activa de los
estudiantes en el proceso de aprendizaje.
Al finalizar el análisis del caso, se suelen extraer lecciones o conclusiones importantes,
que se relacionan con los conceptos teóricos y se aplican a situaciones similares. Esta
metodología proporciona a los estudiantes la oportunidad de desarrollar habilidades de análisis,
toma de decisiones y resolución de problemas en un entorno de aprendizaje práctico y
significativo.
Las soluciones convencionales resultan insuficientes, ya que las prácticas educativas
no pueden ser abordadas únicamente desde la perspectiva de habilidades técnicas y
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conocimientos estandarizados. En la actualidad, es fundamental que los docentes se reinventen
y renueven constantemente, mientras enseñan, como menciona Alliaud (2012).
Metodología
Galeano Marín y Vélez Restrepo (2017) plantean que el diseño bibliográfico “es una
investigación documental sobre la cual se recupera y trasciende reflexivamente el conocimiento
acumulado sobre determinado objeto de estudio” (p. 1). Además, lo consideran como una
investigación con desarrollo propio, cuyo fin es develar la interpretación de los autores sobre
el fenómeno y hacer explícita la postura teórica y metodológica de los diferentes estudios
Un diseño bibliográfico implica que el artículo se fundamenta en la investigación y
revisión de fuentes bibliográficas, como libros, artículos académicos y otros recursos
relacionados con el tema. Los autores del artículo pueden haber examinado y sintetizado
investigaciones previas, teorías pedagógicas, enfoques educativos y otros trabajos relacionados
con la pedagogía centrada en el aprendizaje.
El artículo "El discente como constructor de su propio conocimiento: Reflexiones desde
la pedagogía centrada en el aprendizaje" se basa en una metodología centrada en la pedagogía
del aprendizaje constructivista. Este enfoque se sustenta en la idea de que el aprendizaje es un
proceso activo y constructivo en el que el estudiante juega un papel fundamental en la
construcción de su propio conocimiento. Aquí se presentan argumentos que respaldan la
elección de esta metodología
Alineación con la temática: Dado que el artículo se centra en la pedagogía centrada en
el aprendizaje, la elección de una metodología constructivista es coherente con la temática
principal. Este enfoque permite explorar cómo los estudiantes son agentes activos en la
construcción de su conocimiento, lo que está en línea con la filosofía de la pedagogía centrada
en el aprendizaje.
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Consideración de la experiencia del estudiante: La metodología constructivista pone un
énfasis significativo en la experiencia y la perspectiva del estudiante. Esto se alinea con el
objetivo de comprender cómo los estudiantes construyen su conocimiento y cómo pueden ser
motivados y apoyados en este proceso. La metodología permite indagar en las experiencias de
los estudiantes y cómo estas influyen en su aprendizaje.
Reflexión y participación activa: El enfoque constructivista fomenta la reflexión y la
participación activa de los estudiantes en su proceso de aprendizaje. Esto se refleja en la
metodología utilizada para recopilar datos, que puede incluir entrevistas, grupos de discusión
o la observación de las interacciones de los estudiantes. Estos métodos permiten capturar la
voz de los estudiantes y su participación activa en la construcción de conocimiento.
Aprendizaje contextualizado: La metodología constructivista reconoce la importancia
de situar el aprendizaje en un contexto relevante y significativo. En el artículo, esto podría
traducirse en la exploración de cómo los estudiantes aplican sus conocimientos en situaciones
del mundo real o cómo se relacionan sus experiencias de aprendizaje con su entorno.
Flexibilidad y adaptación: El enfoque constructivista es flexible y se adapta a las
particularidades de cada contexto de investigación. Esto permite a los investigadores
personalizar su enfoque según las necesidades y características de los estudiantes involucrados,
lo que puede resultar en un análisis más completo y enriquecedor.
Resultados
Mayor empoderamiento estudiantil
Los estudiantes que participan en un entorno educativo centrado en el aprendizaje tienden a
sentirse más empoderados al asumir un papel activo en la construcción de su propio
conocimiento. Este empoderamiento puede traducirse en una mayor confianza en sí mismos y
en sus habilidades de aprendizaje.
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Desarrollo de habilidades críticas y creativas
La promoción del pensamiento crítico y creativo a través de la exploración, la experimentación
y la resolución de problemas contribuye al desarrollo de habilidades cognitivas superiores en
los estudiantes. Esto podría reflejarse en un aumento de la capacidad de análisis, síntesis y
creatividad.
Fomento de la colaboración y habilidades Sociales
La insistencia en el trabajo colaborativo y la interacción entre los estudiantes puede resultar en
un fortalecimiento de las habilidades sociales y de comunicación. La capacidad de trabajar
eficazmente en equipo y la apertura a diversas perspectivas pueden ser habilidades valiosas en
la vida profesional y social.
Ambiente de aprendizaje inclusivo y estimulante
La creación de un ambiente de aprendizaje seguro y estimulante, donde se valora el proceso de
aprendizaje y se aceptan los errores como parte del crecimiento, podría conducir a una mayor
motivación y disposición para asumir desafíos académicos.
Desarrollo de actitud y aprendizaje permanente
La pedagogía centrada en el aprendizaje, al promover la autonomía y la responsabilidad del
estudiante en su proceso educativo, puede contribuir al desarrollo de una actitud de aprendizaje
permanente. Los estudiantes pueden sentirse más inclinados a seguir aprendiendo a lo largo de
sus vidas.
Preparación para un mundo cambiante
Dado que la pedagogía centrada en el aprendizaje enfatiza la adaptabilidad y la capacidad de
aprender de forma autónoma, los estudiantes pueden estar mejor preparados para enfrentar los
desafíos de un mundo en constante cambio, donde la flexibilidad y la innovación son
fundamentales.
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Docentes como facilitadores efectivos
La transformación del papel del docente en un facilitador y guía puede llevar a un cambio en
la dinámica del aula. Los docentes pueden experimentar un sentido de satisfacción al ver a los
estudiantes asumir un papel activo en su aprendizaje y al proporcionar la orientación necesaria
para maximizar su potencial.
Conclusiones
La pedagogía centrada en el aprendizaje es un enfoque educativo que pone al estudiante
en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Se basa en la idea de que el alumno es un
constructor activo de su propio conocimiento y que el papel del docente es facilitar y guiar este
proceso. Al centrarse en las necesidades, intereses y habilidades individuales de cada
estudiante, se promueve un aprendizaje personalizado y significativo.
En este enfoque pedagógico, se fomenta la participación activa del estudiante en su
propio aprendizaje. Se le anima a explorar, investigar, plantear preguntas y resolver problemas,
lo que estimula su pensamiento crítico y creativo. A través de la experimentación y la reflexión,
el estudiante construye su conocimiento de manera más profunda y duradera, ya que se siente
responsable y comprometido con su propio proceso de aprendizaje.
La pedagogía centrada en el aprendizaje también enfatiza el trabajo colaborativo y la
interacción entre los estudiantes. Se fomenta el aprendizaje en equipo, donde los alumnos
pueden compartir ideas, discutir conceptos y aprender unos de otros. Esta colaboración no solo
fortalece las habilidades sociales y de comunicación, sino que también enriquece el proceso de
aprendizaje al tener diferentes perspectivas y experiencias presentes.
Desde esta perspectiva, el rol del docente es el de un facilitador y guía. El docente
brinda orientación, recursos y apoyo a los estudiantes, pero también les da la libertad y el
espacio para explorar y descubrir por sí mismos. Se promueve un ambiente de aprendizaje
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seguro y estimulante, donde los errores son vistos como oportunidades de crecimiento y el
aprendizaje se convierte en un proceso continuo y adaptable.
En resumen, la pedagogía centrada en el aprendizaje empodera al estudiante y lo
convierte en el protagonista de su propio proceso educativo. Al enfocarse en sus necesidades
individuales y promover su participación activa, se crea un ambiente propicio para el desarrollo
de habilidades, competencias y una actitud de aprendizaje permanente. Este enfoque educativo
es relevante en un mundo en constante cambio, donde se requiere que los estudiantes sean
capaces de adaptarse, aprender de forma autónoma y enfrentar los desafíos de manera creativa
e innovadora.
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