Código Científico Revista de Investigación/ V.6/ N.E2/ www.revistacodigocientifico.itslosandes.net
ISSN: 2806-5697
Vol. 6 – Núm. E2 / 2025
pág. 178
El aprendizaje colaborativo en entornos virtuales: Herramientas
y estrategias
Collaborative learning in virtual environments: Tools and strategies
Aprendizagem colaborativa em ambientes virtuais: Ferramentas e
estratégias
Armijo Castro, Leonardo Alejandro
Instituto Superior Tecnológico Portoviejo Con Condición Superior Universitario
leonardo.armijo@itsup.edu.ec
https://orcid.org/0009-0004-9487-1276
Zambrano Santos, Roberth Olmedo
Instituto Superior Tecnológico Portoviejo Con Condición Superior Universitario
rzambranosantos@yahoo.es
https://orcid.org/0000-0002-4072-4738
DOI / URL: https://doi.org/10.55813/gaea/ccri/v6/nE2/1022
Como citar:
Armijo Castro, L. A., & Zambrano Santos, R. O. (2025). El aprendizaje colaborativo en
entornos virtuales: Herramientas y estrategias. Código Científico Revista De Investigación,
6(E2), 178–194.
Recibido: 24/07/2025 Aceptado: 13/08/2025 Publicado: 30/09/2025
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Volumen 6, Número Especial 2, 2025
Resumen
Este estudio analizó el aprendizaje colaborativo en entornos virtuales, centrándose en el uso de
herramientas tecnológicas y estrategias pedagógicas para promover la interacción y la
construcción colectiva del conocimiento. El objetivo fue evaluar cómo las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC) influyen en la colaboración estudiantil. Se aplicó un
enfoque mixto: revisión documental y encuesta en línea aplicada a 384 estudiantes de
educación superior, seleccionados de una población nacional de 674.249 matriculados en el
año 2023. Los resultados indican que las plataformas virtuales y herramientas digitales, como
videoconferencias y foros, facilitaron la interacción grupal y la continuidad académica. Sin
embargo, se identificaron limitaciones relacionadas con la brecha tecnológica y la falta de
competencias digitales. Asimismo, las estrategias pedagógicas activas, como proyectos
colaborativos y debates, fortalecieron el aprendizaje significativo cuando se acompañaron de
orientaciones claras y mediación docente. Se concluye que el aprendizaje colaborativo en
entornos virtuales es una estrategia efectiva, pero su éxito depende de factores como la
capacitación docente, el diseño instruccional y la accesibilidad tecnológica. Estos hallazgos
orientan la necesidad de políticas que promuevan entornos inclusivos y formación en
competencias digitales para garantizar la calidad educativa.
Palabras clave: aprendizaje colaborativo, entornos virtuales, herramientas TIC, estrategias
pedagógicas.
Abstract
This study analyzed collaborative learning in virtual environments, focusing on the use of
technological tools and pedagogical strategies to promote interaction and collective knowledge
construction. The objective was to evaluate how Information and Communication
Technologies (ICT) influence student collaboration. A mixed approach was applied: a
document review and an online survey administered to 384 higher education students, selected
from a national population of 674,249 enrolled in 2023. The results indicate that virtual
platforms and digital tools, such as videoconferencing and forums, facilitated group interaction
and academic continuity. However, limitations related to the technological divide and lack of
digital skills were identified. Likewise, active pedagogical strategies, such as collaborative
projects and debates, strengthened meaningful learning when accompanied by clear guidance
and teacher mediation. It is concluded that collaborative learning in virtual environments is an
effective strategy, but its success depends on factors such as teacher training, instructional
design, and technological accessibility. These findings point to the need for policies that
promote inclusive environments and training in digital skills to ensure educational quality.
Keywords: collaborative learning, virtual environments, ICT tools, pedagogical strategies.
Resumo
Este estudo analisou a aprendizagem colaborativa em ambientes virtuais, com foco no uso de
ferramentas tecnológicas e estratégias pedagógicas para promover a interação e a construção
coletiva do conhecimento. O objetivo foi avaliar como as Tecnologias da Informação e
Comunicação (TIC) influenciam a colaboração entre os alunos. Foi aplicada uma abordagem
mista: revisão documental e pesquisa online aplicada a 384 alunos do ensino superior,
selecionados de uma população nacional de 674.249 matriculados no ano de 2023. Os
resultados indicam que as plataformas virtuais e ferramentas digitais, como videoconferências
e fóruns, facilitaram a interação em grupo e a continuidade acadêmica. No entanto, foram
identificadas limitações relacionadas à lacuna tecnológica e à falta de competências digitais.
Da mesma forma, estratégias pedagógicas ativas, como projetos colaborativos e debates,
fortaleceram a aprendizagem significativa quando acompanhadas de orientações claras e
mediação docente. Conclui-se que a aprendizagem colaborativa em ambientes virtuais é uma
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estratégia eficaz, mas seu sucesso depende de fatores como capacitação docente, design
instrucional e acessibilidade tecnológica. Essas descobertas orientam a necessidade de políticas
que promovam ambientes inclusivos e formação em competências digitais para garantir a
qualidade educacional.
Palavras-chave: aprendizagem colaborativa, ambientes virtuais, ferramentas TIC, estratégias
pedagógicas.
Introducción
El aprendizaje colaborativo en entornos virtuales se consolidó como una estrategia
pedagógica fundamental en el siglo XXI, especialmente a raíz de la expansión y
democratización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que
transformaron la forma en que se conciben los procesos educativos. A nivel global, la
incorporación de plataformas digitales y metodologías virtuales se aceleró notablemente
durante la pandemia de COVID-19, cuando las instituciones educativas de todos los niveles se
vieron obligadas a migrar hacia modalidades no presenciales para garantizar la continuidad
académica. Este cambio abrupto evidenció la necesidad de desarrollar estrategias innovadoras
que favorecieran no solo la transmisión de conocimientos, sino también la interacción social y
la construcción colectiva del aprendizaje en entornos virtuales (Garrison & Anderson, 2003).
Bajo este contexto, el aprendizaje colaborativo emergcomo una respuesta educativa que
promueve el trabajo en equipo, el desarrollo de habilidades socioemocionales y la participación
activa de los estudiantes, aun cuando no compartan un espacio físico (Siemens, 2014).
A nivel macro, regiones como América Latina enfrentaron importantes retos para
garantizar la calidad educativa en entornos digitales. El acceso desigual a recursos
tecnológicos, la limitada infraestructura en zonas rurales y la falta de capacitación docente en
el uso pedagógico de las TIC fueron factores determinantes que obstaculizaron la
implementación efectiva del aprendizaje colaborativo (Salinas, 2020). Esta brecha digital
generó experiencias heterogéneas entre los estudiantes, afectando la equidad educativa y
aumentando las probabilidades de exclusión social. Si bien surgieron programas de apoyo
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gubernamentales y privados que buscaron reducir estas desigualdades, las iniciativas resultaron
insuficientes para cubrir la totalidad de la población estudiantil. A pesar de estas limitaciones,
se observó un incremento en el uso de entornos virtuales que promovieron la interacción
sincrónica y asincrónica, lo que evidenció el potencial de las herramientas tecnológicas para
facilitar la cooperación y la co-construcción del conocimiento (García-Peñalvo & Conde,
2018).
Desde una perspectiva microregional, el Ecuador implementó políticas para garantizar
la continuidad educativa mediante la educación en línea, destacando el uso de plataformas
como Moodle y recursos de videoconferencia (Ministerio de Educación del Ecuador, 2022).
Sin embargo, la falta de conectividad estable en zonas rurales y las brechas de alfabetización
digital limitaron la efectividad de estas estrategias. Los docentes, en muchos casos, carecieron
de la formación suficiente para diseñar entornos colaborativos dinámicos que fomentaran la
participación activa y la cohesión grupal. Esta situación impactó negativamente en la
motivación estudiantil y en la calidad de la experiencia de aprendizaje, generando deserción,
retraso académico y aislamiento social entre los estudiantes.
En el nivel local, las instituciones de educación superior como el Instituto Superior
Tecnológico Portoviejo con Condición Superior Universitario experimentaron retos similares.
Las limitaciones tecnológicas, sumadas a la falta de metodologías colaborativas consolidadas,
afectaron directamente la interacción entre los estudiantes y la cohesión en los equipos de
trabajo. El aprendizaje en entornos virtuales, que debía garantizar procesos inclusivos y
participativos, enfrentó dificultades relacionadas con la falta de planificación pedagógica
adaptada al contexto digital, lo que generó experiencias de aprendizaje fragmentadas y con baja
efectividad. Esta problemática se tradujo en la desmotivación de los estudiantes, poca
participación en actividades grupales y un rendimiento académico inferior al esperado.
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Las afectaciones del problema se reflejaron tanto en el ámbito académico como en el
socioemocional. El aislamiento y la ausencia de contacto presencial redujeron la sensación de
pertenencia a una comunidad educativa, afectando la interacción y la cooperación, elementos
esenciales para el aprendizaje significativo (Salmons, 2011). A su vez, la desigualdad en el
acceso a dispositivos y conectividad incrementó la brecha digital, impactando negativamente
en la equidad educativa. Además, la falta de competencias digitales por parte de estudiantes y
docentes contribuyó a la baja calidad de la experiencia colaborativa, limitando el desarrollo de
habilidades blandas como la comunicación efectiva, la resolución de problemas y el trabajo en
equipo.
La justificación de esta investigación se fundamentó en la necesidad de optimizar los
entornos virtuales colaborativos para garantizar una educación inclusiva, participativa y de
calidad. Analizar las herramientas y estrategias más efectivas permitirá ofrecer orientaciones
concretas para mejorar la interacción y el rendimiento académico, respondiendo a los desafíos
del contexto digital. La importancia del estudio radicó en su contribución al diseño de prácticas
pedagógicas innovadoras que potencien la colaboración en entornos virtuales, reduciendo la
brecha tecnológica y fomentando la formación integral de los estudiantes.
Finalmente, este artículo abordó el análisis de las principales herramientas digitales
empleadas en el aprendizaje colaborativo, identificó estrategias pedagógicas que promueven la
participación activa y evaluó los beneficios y limitaciones de esta modalidad educativa.
Asimismo, se presentaron recomendaciones orientadas a fortalecer la interacción, la cohesión
grupal y la calidad del aprendizaje en entornos virtuales, contribuyendo a la transformación de
la educación en la era digital.
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Metodología
La investigación se desarrolló bajo un enfoque mixto, integrando elementos cualitativos
y cuantitativos, con el propósito de comprender de manera integral el fenómeno del aprendizaje
colaborativo en entornos virtuales. En la primera fase, se adoptó un enfoque cualitativo,
orientado a la revisión documental sistemática de literatura científica, normativas y reportes
institucionales. Este análisis permitió definir las categorías teóricas y elaborar el cuestionario,
asegurando que los ítems fueran pertinentes y consistentes con el marco conceptual.
Posteriormente, se incorporó el componente cuantitativo, orientado a la recolección de datos
empíricos mediante encuestas, lo que permitió medir las percepciones y experiencias de los
estudiantes respecto al uso de herramientas colaborativas y estrategias pedagógicas digitales.
Este proceso se enmarcó en un paradigma inductivo-deductivo, partiendo del análisis de teorías
generales para contrastarlas con datos obtenidos en el contexto específico de la investigación
(Creswell & Plano Clark, 2018; Hernández-Sampieri et al., 2022).
El alcance del estudio fue descriptivo y analítico, dado que se buscó caracterizar el
comportamiento de las variables involucradas, analizar las herramientas tecnológicas utilizadas
y evaluar la efectividad de las estrategias pedagógicas aplicadas en entornos virtuales. El
instrumento principal consistió en un cuestionario estructurado con 20 ítems, diseñados bajo el
formato de escala tipo Likert de cinco puntos, que oscilaba entre totalmente en desacuerdo y
totalmente de acuerdo. Este tipo de escala es idónea para captar percepciones y actitudes en
investigaciones educativas (Joshi et al., 2015).
Según el Ministerio de Educación del Ecuador y el Sistema Nacional de Información
de la Educación Superior del Ecuador (SNIESE), durante el período 2023, el país registró
aproximadamente 674.249 estudiantes en educación superior (tercer nivel) distribuidos en
universidades, institutos y escuelas politécnicas (Ministerio de Educación, 2024; SENESCYT,
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2023). Este valor se consideró como la población objetivo, dado que la investigación se enfocó
en estudiantes vinculados a procesos de enseñanza-aprendizaje en entornos digitales.
Para determinar la muestra, se aplicó la fórmula para poblaciones finitas con un nivel
de confianza del 95 % (Z = 1,96), margen de error del 5 % (E = 0,05) y proporción estimada P
= 0,5, lo que garantiza la máxima varianza. Sustituyendo N = 674.249, se obtuvo una muestra
de 384 estudiantes. El muestreo fue probabilístico aleatorio estratificado, asegurando la
representatividad de diversas regiones y modalidades (presencial, en línea e híbrida).
Se utilizó un cuestionario digital (Google Forms), estructurado en cuatro dimensiones:
Uso de herramientas TIC en el aprendizaje colaborativo.
Estrategias pedagógicas implementadas en entornos virtuales.
Nivel de interacción y cohesión grupal.
Percepción sobre beneficios y desafíos del aprendizaje colaborativo.
La técnica aplicada fue la encuesta en línea, difundida a través de plataformas
institucionales. Antes de su implementación, el instrumento fue sometido a validación por
juicio de expertos (tres académicos especialistas en educación virtual) y a una prueba piloto
con 15 estudiantes para verificar la claridad y pertinencia de los ítems. La fiabilidad interna se
calculó mediante el coeficiente Alfa de Cronbach, obteniendo un valor de 0,87, lo que indicó
una consistencia aceptable (Tavakol & Dennick, 2011).
El procedimiento de análisis de datos se dividió en dos etapas. Para el componente
cuantitativo, se emplearon herramientas de estadística descriptiva (frecuencias, porcentajes y
medidas de tendencia central) con el objetivo de caracterizar la percepción de los estudiantes.
En cuanto al componente cualitativo, se efectuó un análisis temático sobre las categorías
emergentes de la revisión documental y de las observaciones realizadas en foros académicos
virtuales. Esta integración cuali-cuantitativa permitió interpretar los hallazgos de manera
holística, ofreciendo una visión más completa del fenómeno estudiado.
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Resultados
Resultados sobre el Uso de Herramientas TIC en el Aprendizaje Colaborativo
En esta sección se presentan los hallazgos relacionados con la dimensión Uso de
Herramientas TIC en el Aprendizaje Colaborativo, que indaga sobre la frecuencia de uso de
herramientas digitales, la percepción de efectividad de las plataformas virtuales y el nivel de
accesibilidad tecnológica. Este aspecto es fundamental, dado que la literatura evidencia que el
uso de entornos virtuales bien implementados favorece el aprendizaje colaborativo y el
desarrollo de competencias digitales (García-Peñalvo & Conde, 2018; Salinas, 2020).
Tabla 1
Resultados sobre el uso de herramientas TIC en el aprendizaje colaborativo
Ítem
2
4
5
Total
1. ¿Con qué frecuencia utilizó herramientas
digitales para actividades colaborativas en sus
asignaturas?
28
144
132
384
2. ¿Considera que las plataformas virtuales
empleadas facilitaron el desarrollo del
aprendizaje colaborativo?
35
150
97
384
3. ¿Qué nivel de accesibilidad percibió en las
herramientas tecnológicas utilizadas para
trabajar en equipo?
42
146
88
384
Nota: Datos obtenidos por medio de la aplicación de encuestas n=384, Autores (2025)
El análisis de esta dimensión revela que el uso de herramientas digitales ha tenido un
papel fundamental en el desarrollo del aprendizaje colaborativo. Los estudiantes manifestaron
que las plataformas virtuales fueron esenciales para mantener la continuidad académica y
garantizar espacios de interacción en entornos no presenciales. Las herramientas como foros,
wikis, chats y videoconferencias fueron mencionadas como recursos que facilitaron la
organización y la cooperación entre los integrantes de los grupos. Esta tendencia coincide con
lo planteado por García-Peñalvo y Conde (2018), quienes señalan que las TIC no solo actúan
como medios de comunicación, sino que también son catalizadores para la construcción
colectiva del conocimiento. Sin embargo, la percepción de algunos estudiantes respecto al uso
limitado o poco constante de estas herramientas sugiere que, aunque su disponibilidad es
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amplia, su efectividad depende directamente de la integración pedagógica y la orientación
docente.
En cuanto a la efectividad de las plataformas virtuales, los estudiantes destacaron que
su funcionalidad permitió centralizar las actividades académicas y establecer un flujo de trabajo
ordenado, lo que generó mayor claridad en las tareas grupales y fomentó la participación activa.
Este hallazgo es consistente con lo planteado por Salinas (2020), quien sostiene que las
plataformas bien estructuradas se convierten en entornos que favorecen la colaboración y el
aprendizaje significativo. Sin embargo, se evidenció que para algunos participantes la falta de
competencias digitales y la ausencia de lineamientos claros por parte del profesorado
constituyeron barreras que limitaron el potencial colaborativo. Esta situación refleja que la
tecnología por sola no garantiza un aprendizaje efectivo, sino que requiere un diseño
instruccional que promueva la cooperación y la interacción equilibrada.
Respecto a la accesibilidad, el análisis cualitativo indica que la mayoría de los
estudiantes consideró que tuvo condiciones favorables para el acceso a las herramientas
tecnológicas, lo que contribuyó al cumplimiento de las actividades colaborativas. Sin embargo,
también emergieron percepciones de dificultades, especialmente asociadas a problemas de
conectividad y falta de dispositivos adecuados en ciertos contextos, lo cual evidencia que la
brecha digital sigue siendo un desafío relevante. Esta disparidad coincide con estudios previos
que advierten que la desigualdad en el acceso a recursos tecnológicos limita la participación
activa y reduce la equidad educativa en entornos virtuales (Cabero & Ruiz-Palmero, 2018).
Resultados sobre Estrategias Pedagógicas Implementadas en Entornos Virtuales
En este apartado se presentan los resultados vinculados con la dimensión estrategias
pedagógicas implementadas en entornos virtuales, la cual examina la claridad de las
orientaciones docentes, la efectividad de los recursos utilizados y el impacto de las
metodologías aplicadas en la interacción y la construcción del conocimiento. Esta dimensión
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es relevante porque, aunque las TIC son herramientas poderosas, su potencial depende de cómo
se integran en el proceso educativo mediante un diseño pedagógico adecuado (Salinas, 2020).
Las estrategias activas, como los debates en foros, proyectos colaborativos y estudios de caso,
han sido señaladas en la literatura como mecanismos efectivos para promover aprendizajes
significativos y participación activa en entornos virtuales (García-Peñalvo & Conde, 2018).
Tabla 2
Resultados Sobre El Uso De Herramientas TIC En El Aprendizaje Colaborativo
Ítem
2
4
5
Total
1. Las actividades colaborativas propuestas por
los docentes promovieron la interacción entre
los estudiantes.
40
150
102
384
2. Las instrucciones y recursos proporcionados
por los docentes fueron claros para realizar los
trabajos colaborativos.
32
155
99
384
3. Las estrategias aplicadas (foros, proyectos,
estudios de caso) contribuyeron a la
construcción colectiva del conocimiento.
35
160
104
384
Nota: Datos obtenidos por medio de la aplicación de encuestas n=384, Autores (2025)
El análisis de esta dimensión evidencia que las estrategias pedagógicas implementadas
en entornos virtuales tuvieron un papel determinante en la dinámica de colaboración entre los
estudiantes. La mayoría de los encuestados señaló que las actividades propuestas lograron
incentivar la interacción y el trabajo conjunto, lo que concuerda con los planteamientos de
Salinas (2020), quien destaca que las metodologías activas son esenciales para fomentar la
participación significativa en espacios digitales. No obstante, también se percibió que un grupo
de estudiantes consideró que la interacción fue limitada, lo que sugiere la necesidad de
fortalecer las dinámicas colaborativas con mayor planificación y variedad metodológica.
En cuanto a la claridad de las instrucciones y recursos, los estudiantes manifestaron que
en general fueron comprensibles y suficientes para realizar las tareas, lo que facilitó la
organización y ejecución del trabajo grupal. Este aspecto es coherente con lo expuesto por
Cabero y Ruiz-Palmero (2018), quienes sostienen que la claridad en las orientaciones es un
factor crítico para el éxito del aprendizaje colaborativo en línea, dado que reduce la ambigüedad
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y favorece la autonomía de los estudiantes. Sin embargo, también se identificaron percepciones
de insuficiencia en la orientación docente, lo que podría estar asociado a la falta de
retroalimentación o a la sobrecarga de actividades.
Finalmente, sobre la contribución de las estrategias aplicadas en la construcción
colectiva del conocimiento, la mayoría de los estudiantes valoró positivamente su impacto,
destacando que estas dinámicas permitieron desarrollar competencias como la argumentación,
el análisis crítico y la responsabilidad compartida. Este hallazgo coincide con los aportes de
Garrison y Anderson (2003), quienes afirman que la colaboración no solo potencia la
comprensión individual, sino que genera entornos de aprendizaje socialmente enriquecidos.
Sin embargo, las percepciones divergentes observadas en algunos casos reflejan que no basta
con implementar herramientas, sino que es necesario acompañarlas con una mediación
pedagógica activa que garantice la participación equilibrada y significativa.
Resultados sobre Nivel de Interacción y Cohesión Grupal
Este apartado analiza la dimensión relacionada con el nivel de interacción y cohesión
grupal en el desarrollo del aprendizaje colaborativo dentro de entornos virtuales. Esta
dimensión resulta crucial porque la interacción constante y la cohesión entre los miembros del
grupo son indicadores de la efectividad de las estrategias colaborativas. Diversos autores han
señalado que la colaboración en entornos virtuales no solo implica compartir información, sino
también mantener una comunicación fluida y una distribución equitativa de roles, aspectos que
favorecen la construcción social del conocimiento (Garrison & Anderson, 2003; Salmons,
2011).
Tabla 3
Resultados sobre nivel de interacción y cohesión grupal
Ítem
2
4
5
Total
1. ¿En qué nivel percibió compromiso y
participación activa por parte de los miembros
del grupo durante las actividades
colaborativas?
36
142
113
384
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2. ¿Qué tan efectiva fue la comunicación entre
los integrantes del grupo a través de medios
digitales (chats, videollamadas, foros)?
42
150
104
384
3. ¿En qué medida considera que el trabajo
colaborativo en entornos virtuales influyó en el
fortalecimiento de las habilidades sociales y de
trabajo en equipo?
30
154
114
384
Nota: Datos obtenidos por medio de la aplicación de encuestas n=384, Autores (2025)
El análisis de esta dimensión revela que la mayoría de los estudiantes percibió un buen
nivel de interacción dentro de los grupos, lo que indica que las actividades colaborativas
lograron fomentar la participación y el compromiso en entornos virtuales. La interacción
constante en plataformas digitales permitió que los estudiantes desarrollaran un sentido de
pertenencia y responsabilidad compartida, favoreciendo la cohesión del equipo. Este hallazgo
coincide con Garrison y Anderson (2003), quienes señalan que la interacción social en entornos
virtuales es un componente esencial para alcanzar aprendizajes significativos y sostenibles. Sin
embargo, se observaron casos donde la participación fue desigual, lo que sugiere que la
colaboración efectiva requiere no solo herramientas tecnológicas, sino también una adecuada
gestión del trabajo en equipo por parte del docente.
En relación con la efectividad de la comunicación, los estudiantes indicaron que los
medios digitales, como chats, foros y videollamadas, facilitaron la coordinación y el
intercambio de ideas, permitiendo avanzar en las tareas de forma organizada. Estos resultados
son consistentes con lo planteado por Salmons (2011), quien afirma que las tecnologías
síncronas y asíncronas potencian la interacción y fortalecen la comunidad de aprendizaje. No
obstante, se identificaron percepciones que evidencian problemas de comunicación,
especialmente cuando no existía una planificación clara o cuando las herramientas no fueron
utilizadas de manera uniforme por todos los integrantes del equipo.
Finalmente, respecto al desarrollo de habilidades sociales y de trabajo en equipo, la
mayoría de los participantes destacó que las actividades colaborativas en entornos virtuales
contribuyeron significativamente al fortalecimiento de estas competencias, consideradas
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esenciales en el contexto educativo actual. La experiencia de trabajo en plataformas digitales
promovió la autorregulación, la empatía y la resolución conjunta de problemas, aspectos claves
para la formación integral del estudiante. Sin embargo, también se percibió que en algunos
casos las limitaciones tecnológicas o la falta de compromiso individual afectaron el desarrollo
pleno de estas competencias. Estos hallazgos reafirman la importancia de diseñar actividades
con objetivos claros, roles definidos y un acompañamiento docente constante para garantizar
la efectividad del aprendizaje colaborativo.
Discusión
El análisis de los resultados obtenidos en esta investigación confirma que el aprendizaje
colaborativo en entornos virtuales constituye una estrategia pedagógica efectiva, aunque
condicionada por diversos factores tecnológicos, metodológicos y actitudinales. Los hallazgos
evidencian que el uso de herramientas digitales y plataformas virtuales fue determinante para
sostener la interacción y la continuidad académica, tal como señalan estudios previos que
destacan el papel mediador de las TIC en la construcción del conocimiento colectivo (Álvarez-
Arregui et al., 2019; Ouyang & Scharber, 2017). Sin embargo, también se identificaron
limitaciones relacionadas con la falta de capacitación docente y las dificultades de acceso, lo
cual coincide con lo expuesto por Bozkurt y Sharma (2020), quienes sostienen que la brecha
digital y la escasa formación pedagógica en entornos digitales representan retos persistentes
para la educación en línea.
En el plano metodológico, los resultados sobre estrategias pedagógicas corroboran que
las metodologías activas, como debates, proyectos colaborativos y estudios de caso, fueron
valoradas positivamente por los estudiantes, favoreciendo la participación y la cohesión grupal.
Estos hallazgos respaldan lo afirmado por Sun y Chen (2016), quienes argumentan que la
efectividad del aprendizaje virtual depende no solo de la tecnología, sino del diseño
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instruccional y la mediación docente. No obstante, la percepción de insuficiencia en la
orientación y retroalimentación en algunos casos pone de manifiesto la necesidad de fortalecer
la dimensión comunicativa y de acompañamiento docente, aspectos esenciales para garantizar
la motivación y la equidad en el aprendizaje colaborativo (Hodges et al., 2020).
En relación con la interacción y la cohesión grupal, la mayoría de los estudiantes
manifestó experiencias positivas, asociando el trabajo colaborativo a la mejora de
competencias sociales y cognitivas. Este resultado es congruente con la teoría del aprendizaje
social de Bandura y con el modelo de Comunidad de Indagación propuesto por Garrison,
Anderson y Archer, que subraya la importancia de la presencia social y cognitiva para el logro
de aprendizajes significativos (Redmond et al., 2018). Sin embargo, la evidencia de
participación desigual y problemas de comunicación en algunos grupos indica que, aunque la
tecnología facilita la interacción, esta debe ser acompañada por estrategias que promuevan la
corresponsabilidad y la gestión efectiva de roles dentro del equipo, evitando fenómenos como
la carga asimétrica de trabajo.
En cuanto a las limitaciones del estudio, se reconoce que la investigación se centró en
la percepción estudiantil, sin incorporar datos observacionales directos ni análisis
longitudinales, lo que restringe la generalización de los hallazgos. Asimismo, aunque se calculó
una muestra representativa, la diversidad cultural y tecnológica de las instituciones de
educación superior en Ecuador implica que los resultados pueden variar según el contexto. Pese
a ello, los hallazgos aportan evidencia relevante para el diseño de políticas institucionales
orientadas a fortalecer la capacitación docente en competencias digitales, garantizar la
accesibilidad tecnológica y promover entornos virtuales que integren estrategias colaborativas
efectivas (Herrera-Sánchez et al., 2025).
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Conclusión
El presente estudio permitió analizar de manera integral el impacto de las herramientas
tecnológicas y las estrategias pedagógicas en el aprendizaje colaborativo dentro de entornos
virtuales, evidenciando tanto fortalezas como desafíos en su implementación. Los resultados
confirman que el uso adecuado de plataformas digitales y recursos colaborativos se consolidó
como un elemento clave para garantizar la interacción, la participación activa y la construcción
compartida del conocimiento en escenarios educativos mediados por tecnología. La
experiencia de los estudiantes demostró que la incorporación de herramientas sincrónicas y
asincrónicas, como videoconferencias, foros y wikis, contribuyó significativamente a mejorar
la organización de las actividades y la comunicación entre los participantes, aspectos
fundamentales para el éxito del aprendizaje colaborativo (Vimos-Buenaño et al, 2024).
En cuanto a las estrategias pedagógicas, se constató que aquellas que fomentan el
trabajo grupal como debates, proyectos integradores y estudios de caso generaron un impacto
positivo en la motivación y la cohesión social, reafirmando que la tecnología, por sola, no
garantiza procesos educativos efectivos. Por el contrario, la mediación docente y la claridad en
las orientaciones se erigen como factores críticos que inciden directamente en la calidad de la
experiencia de aprendizaje. No obstante, persisten debilidades asociadas a la falta de formación
del profesorado en metodologías colaborativas y competencias digitales, así como limitaciones
en el diseño instruccional que dificultan la participación equitativa y la distribución equilibrada
de roles dentro de los equipos (Torres-Roberto & Solano-Camargo, 2025)).
La investigación también reveló que, si bien la mayoría de los estudiantes valoró
positivamente la accesibilidad tecnológica, aún existen barreras vinculadas a la conectividad y
a la disponibilidad de dispositivos adecuados, lo que mantiene vigente la problemática de la
brecha digital. Estas limitaciones no solo afectan el acceso, sino que repercuten en la calidad
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del aprendizaje y en la equidad educativa, incrementando el riesgo de exclusión para
determinados grupos (Casanova-Villalba, et al, 2025).
En síntesis, el aprendizaje colaborativo en entornos virtuales constituye una estrategia
viable y efectiva, siempre que se acompañe de condiciones adecuadas en términos de
infraestructura tecnológica, diseño pedagógico y acompañamiento docente. Este estudio aporta
evidencia que orienta la necesidad de fortalecer políticas institucionales que garanticen la
formación continua del profesorado en competencias digitales y metodologías activas, la
implementación de estrategias inclusivas que reduzcan la brecha tecnológica y la creación de
entornos virtuales centrados en la interacción, la cooperación y el desarrollo integral de los
estudiantes. El reto para la educación superior consiste en consolidar modelos híbridos y
digitales que potencien la colaboración y el aprendizaje significativo, respondiendo así a las
demandas de una sociedad cada vez más interconectada y en constante transformación.
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