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Vol. 6 Núm. 1 / Enero Junio 2025
El Joker: Caos, máscara y marginación. Un análisis cultural,
cinematográfico y simbólico del villano más famoso de DC
The Joker: Chaos, Mask, and Marginalization. A cultural, cinematic, and
symbolic analysis of DC's most famous villain.
Joker: Caos, Máscara e Marginalização. Uma análise cultural,
cinematográfica e simbólica do vilão mais famoso da DC.
Holger Lizandro Meza Arguello1
Universidad Técnica de Quevedo
hmezaa@uteq.edu.ec
https://orcid.org/0000-0003-0415-5125
Danny Meliton Meza Arguello2
Universidad Técnica Luis Vargas Torres
danny.meza.arguello@utelvt.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-5825-9312
Eddy Alejandro Cedeño Castillo3
Unidad Educativa Francisco José de Caldas
eddy.cedeno@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0000-0002-5767-8109
DOI / URL: https://doi.org/10.55813/gaea/ccri/v6/n1/962
Como citar:
Meza, H, Meza, D., y Cedeño, E. (2025). El Joker: Caos, máscara y marginación. Un análisis
cultural, cinematográfico y simbólico del villano más famoso de DC. Código Científico Revista
de Investigación, 6(1), 1566-1575.
Recibido: 10/04/2025 Aceptado: 14/05/2025 Publicado: 30/06/2025
1
Docente en la Universidad Técnica de Quevedo.
2
Docente en la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, Esmeraldas, Ecuador.
3
Docente de la Unidad Educativa Francisco José de Caldas.
Código Científico Revista de Investigación Vol. 6 Núm. 1 / Enero Junio 2025
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Resumen
El Joker es uno de los personajes s longevos, ambiguos y analizados del universo de DC
Comics. A lo largo de más de 80 años, ha sido representado en diversos formatos como cómic,
cine, televisión, videojuegos y arte visual, convirtiéndose en un ícono cultural que trasciende
el ámbito del entretenimiento. Esta investigación documental y cualitativa propone un análisis
del Joker como símbolo del caos, la máscara social y la marginación desde una perspectiva
interdisciplinaria que incluye la filosofía, la psicología, la teoría cultural y el análisis
cinematográfico. Se revisan las diversas etapas históricas del personaje, su evolución estética,
narrativa y simbólica, y se examina cómo sus múltiples representaciones especialmente en
el cine reflejan los temores, ansiedades y contradicciones de la sociedad contemporánea.
Asimismo, se elabora una tabla detallada que compara a los actores que lo han interpretado,
contextualizando cada versión según el enfoque actoral, la dirección cinematográfica y los
climas sociopolíticos de su tiempo. El trabajo demuestra que el Joker opera como una figura-
límite que desestabiliza las nociones convencionales de moralidad, identidad y orden social.
Palabras clave: Joker, cultura visual, caos, marginalidad, cine.
Abstract
The Joker is one of the longest-running, most ambiguous, and most analyzed characters in the
DC Comics universe. Over the course of more than 80 years, he has been represented in various
formats such as comics, film, television, video games, and visual art, becoming a cultural icon
that transcends the realm of entertainment. This qualitative documentary research proposes an
analysis of the Joker as a symbol of chaos, the social mask, and marginalization from an
interdisciplinary perspective that includes philosophy, psychology, cultural theory, and film
analysis. The study reviews the character's various historical stages, his aesthetic, narrative,
and symbolic evolution, and examines how his multiple representationsespecially in film
reflect the fears, anxieties, and contradictions of contemporary society. A detailed table is also
compiled comparing the actors who have portrayed him, contextualizing each version
according to their acting approach, film direction, and the sociopolitical climate of their time.
The work demonstrates that the Joker operates as a boundary-pushing figure that destabilizes
conventional notions of morality, identity, and social order.
Keywords: Joker, visual culture, chaos, marginality, cinema.
Resumo
O Joker é uma das personagens mais antigas, ambíguas e analisadas do universo da DC Comics.
Ao longo de mais de 80 anos, tem sido representado em diversos formatos, como banda
desenhada, cinema, televisão, videojogos e artes visuais, tornando-se um ícone cultural que
transcende o universo do entretenimento. Esta pesquisa documental qualitativa propõe uma
análise do Joker como símbolo do caos, da máscara social e da marginalização numa perspetiva
interdisciplinar que inclui a filosofia, a psicologia, a teoria cultural e a análise cinematográfica.
O estudo analisa as várias fases históricas da personagem, a sua evolução estética, narrativa e
simbólica, e examina como as suas múltiplas representações especialmente no cinema
refletem os medos, as ansiedades e as contradições da sociedade contemporânea. É também
compilada uma tabela detalhada comparando os atores que o interpretaram, contextualizando
cada versão de acordo com a sua abordagem à representação, a realização cinematográfica e o
clima sociopolítico da sua época. O trabalho demonstra que o Joker opera como uma figura
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que desafia os limites e destabiliza as noções convencionais de moralidade, identidade e ordem
social.
Palavras-chave: Joker, cultura visual, caos, marginalidade, cinema.
Introducción
Desde su aparición en Batman #1 en 1940, el Joker ha ocupado un lugar central en la
narrativa de los cómics estadounidenses, destacándose no solo como antagonista del Caballero
Oscuro, sino como uno de los villanos más fascinantes de la cultura contemporánea. Su risa
espeluznante, su rostro maquillado como un payaso y su desprecio por las normas lo han
transformado en un arquetipo del caos. Pero el Joker no es simplemente un criminal ficticio;
es una metáfora compleja que condensa múltiples significados culturales, simbólicos,
filosóficos y psicológicos.
La figura del Joker ha atravesado distintas etapas: desde su versión caricaturesca y
cómica en los años 60, hasta su representación trágica y crítica del sistema en el filme Joker
(2019), protagonizado por Joaquin Phoenix. Esta evolución no solo responde a decisiones
creativas, sino que refleja los cambios sociopolíticos y culturales del mundo real. Cada
interpretación del Joker, ya sea en cómic, cine o televisión, se convierte en un reflejo de los
miedos colectivos, las tensiones políticas, la desconfianza institucional o la fragilidad de la
salud mental.
A través de su apariencia grotesca, su discurso cínico y su rechazo a la lógica racional,
el Joker cuestiona la estabilidad de los valores dominantes. Representa al otro que no puede
ser integrado, al marginado que responde con violencia simbólica y literal. En palabras de
Slavoj Žižek (2008), el Joker no quiere simplemente destruir por placer: quiere exponer las
fisuras estructurales de la sociedad, mostrando lo absurdo de sus mecanismos de control.
Este artículo se propone examinar al Joker como un fenómeno cultural total. Utilizando
un enfoque documental de análisis cualitativo, se aborda al personaje desde tres grandes
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dimensiones: su evolución histórica y estética, su simbolismo filosófico y social, y su
representación cinematográfica. Además, se incluye un análisis comparativo de los actores
que han encarnado al Joker, lo que permite entender cómo cada versión responde a una época
determinada.
El objetivo no es únicamente describir al personaje, sino reflexionar sobre qué dice el
Joker de nosotros como sociedad. ¿Por qué nos atrae tanto su locura? ¿Qué representa su risa
en una época de incertidumbre y crisis? ¿Por qué en ocasiones parece más comprensible o
humano que los "héroes" que lo enfrentan? Estas preguntas guiarán nuestro recorrido por la
figura más caótica, perturbadora y simbólica del universo DC.
Desarrollo
El estudio del Joker exige un abordaje multidisciplinario que articule elementos del
psicoanálisis, la filosofía política, la sociología, los estudios culturales y el análisis
cinematográfico. La riqueza simbólica del personaje requiere analizar no solo sus acciones,
sino el sistema de valores que subvierte o refleja.
Desde la perspectiva freudiana, el Joker puede entenderse como la externalización de la
pulsión de muerte (Todestrieb), aquella tendencia autodestructiva que habita en el sujeto
humano (Freud, 1920/2004). No actúa por motivaciones utilitarias como la ganancia o el
poder, sino por el puro goce de la transgresión. La risa del Joker es un síntoma: una señal de
lo siniestro (Unheimlich), de lo que se presenta como familiar, pero al mismo tiempo extraño
y perturbador.
Lacan (1977) profundiza esta visión al plantear que el sujeto está escindido entre lo
imaginario, lo simbólico y lo real. El Joker habita el goce (jouissance) fuera del orden
simbólico: no obedece al lenguaje, la ley ni a los códigos normativos. Por ello, desestabiliza
todo sistema donde aparece.
Desde la filosofía política, el Joker ha sido interpretado como una figura anárquica y
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subversiva. En The Dark Knight (2008), el personaje se define a sí mismo como un agente
del caos. Según Žižek (2008), esta actitud no responde a un desorden sin dirección, sino a
una crítica radical del orden social. Su accionar revela la fragilidad de las instituciones y la
arbitrariedad del sistema legal y moral.
En la versión de Joker (2019), esta crítica se transforma en una denuncia explícita del
abandono estatal y la deshumanización de los marginados. Arthur Fleck no busca destruir por
gusto, sino porque ha sido sistemáticamente silenciado y humillado. Como señala Chomsky
(2017), la violencia estructural aquella que nace de la desigualdad y la exclusión es más letal
que la violencia directa.
El uso de la scara es fundamental en la construcción del Joker. Esta no oculta una
identidad verdadera, sino que funciona como una herramienta performativa (Goffman, 1956).
En el Joker, la máscara es también maquillaje: un artificio que representa la disolución de las
identidades estables. Como señala Judith Butler (1990), el yo es una actuación repetida que
se presenta como coherente. El Joker subvierte esto al mostrar que toda identidad es en
realidad una ficción.
Desde la teoría arquetípica de Jung (1959), el Joker se relaciona con la figura del
trickster, el embaucador que desestabiliza el orden y revela verdades incómodas. También
representa al bufón trágico, aquel que, como en el teatro de Shakespeare, dice lo que nadie
quiere oír a través del humor, pero que en el fondo es víctima del sistema que satiriza (Eco,
1985).
Además, el Joker puede ser leído como una figura monstruosa (Cohen, 1996), en tanto
encarna lo que la cultura no puede integrar. Es el otro absoluto: lo loco, lo sucio, lo desviado,
lo inasimilable.
Metodología
Este trabajo se enmarca en una investigación de tipo documental cualitativa, que analiza
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críticamente materiales narrativos, visuales y audiovisuales sobre el personaje del Joker. El
enfoque es interpretativo, centrado en el análisis simbólico, semiótico y cultural del personaje
en diferentes medios, especialmente en el cine.
Se utilizaron los siguientes criterios de análisis:
- Representación estética: vestuario, maquillaje, gestualidad.
- Contexto sociohistórico de cada interpretación.
- Enfoque actoral y discurso del personaje.
- Recepción crítica y cultural de cada versión.
Las fuentes primarias incluyen cómics como The Killing Joke (1988), películas desde
1966 hasta 2019, entrevistas y guiones cinematográficos. Las fuentes secundarias comprenden
artículos académicos, libros de teoría cultural y medios especializados.
El análisis fue organizado por décadas para rastrear la evolución simbólica del
personaje. Se codificaron los discursos del Joker en las películas seleccionadas, prestando
especial atención a sus motivaciones, acciones, entorno social y reacción del público.
Resultados
A lo largo del tiempo, el Joker ha sido interpretado por múltiples actores que han
ofrecido visiones distintas del personaje, influidas por el contexto cultural y las decisiones del
equipo creativo. A continuación, se presenta una tabla detallada con datos sobre estas
representaciones.
Tabla 1. Principales representaciones cinematográficas del Joker
Actor
Película
Año
Director
César Romero
Batman: The Movie
1966
Leslie H. Martinson
Jack Nicholson
Batman
1989
Tim Burton
Mark Hamill
Batman: The Animated Series
1992
Varios (animación)
Heath Ledger
The Dark Knight
2008
Christopher Nolan
Jared Leto
Suicide Squad
2016
David Ayer
Joaquin Phoenix
Joker
2019
Todd Phillips
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Actor
Película
Año
Director
Barry Keoghan
The Batman (escena eliminada)
2022
Matt Reeves
Fuente: Elaboración propia con base en IMDb (2024).
Más alde las edades y contextos de rodaje, la evolución del Joker en el cine revela
una progresiva complejización del personaje. Mientras las primeras versiones, como la de
César Romero (1966), apelaban a una estética caricaturesca y teatral propia de una televisión
ligera y moralista, las versiones posteriores comenzaron a dotar al personaje de una
profundidad psicológica notable. Jack Nicholson, en 1989, introduce una mezcla de humor
negro y crimen organizado, presentando al Joker como una figura mafiosa con cierta
sofisticación grotesca, muy en línea con la estética gótica de Tim Burton. Su interpretación
fue un punto de inflexión que abrió el camino a una lectura más oscura del villano.
Con Heath Ledger (2008), el Joker alcanza una dimensión simbólica más potente: se
convierte en un terrorista filosófico, como lo llamó el propio Nolan, que no busca beneficios
personales, sino probar la vulnerabilidad moral de la sociedad. Su interpretación no solo ganó
el Oscar póstumo, sino que marcó un antes y un después en la forma en que el cine de
superhéroes aborda a sus antagonistas, humanizándolos, pero sin redimirlos. En contraste, la
actuación de Joaquin Phoenix (2019) invierte la fórmula: no parte del caos para cuestionar el
orden, sino del sufrimiento del marginado para explicar su caída en la locura. Es un Joker más
introspectivo y realista, menos espectacular, pero más cercano al espectador como sujeto
social.
Las versiones animadas y más recientes, como las de Mark Hamill o Barry Keoghan,
siguen expandiendo el imaginario del Joker desde distintos ángulos. Hamill aunque limitado
al medio de la animación ha logrado una de las representaciones vocales más influyentes, con
un equilibrio perfecto entre humor, amenaza y teatralidad. Por su parte, Keoghan apenas ha
mostrado al personaje, pero ya insinúa una estética más grotesca y deformada, tal vez influida
por el cine de horror contemporáneo. En conjunto, la tabla refleja que el Joker es un personaje
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maleable, que muta con cada generación, y cuyo poder simbólico se amplifica en la medida
en que las crisis sociales se vuelven más visibles y crudas.
Discusión
El Joker es más que un antagonista de historieta: es un símbolo mutante que ha logrado
insertarse en los imaginarios colectivos de diferentes generaciones. A través del análisis
realizado, se evidencia que su figura articula múltiples niveles de lectura que van desde lo
psicológico y filosófico, hasta lo político, social y estético.
Como señala Hall (1997), los productos culturales son representaciones ideológicas que
reflejan y moldean la forma en que entendemos el mundo. El Joker no es una excepción. Su
risa desquiciada, su maquillaje exagerado y su comportamiento antisocial nos hablan más de
la sociedad que lo produce que de su propia psicopatología. En este sentido, cada
representación fílmica del Joker actúa como una especie de termómetro cultural.
En la interpretación de Heath Ledger (The Dark Knight, 2008), el Joker emerge en una
época post 11-S, donde el terrorismo, la vigilancia masiva y la fragilidad del orden
democrático eran preocupaciones globales. Como afirma Žižek (2008), este Joker no busca
dinero ni poder, sino subvertir el sistema. En cambio, el Joker de Joaquin Phoenix (2019)
responde a un momento histórico de profundas desigualdades sociales, desempleo,
precariedad laboral y crisis de salud mental. Arthur Fleck no es un supervillano, sino un
marginado empujado por la indiferencia institucional.
El maquillaje del Joker opera como una metáfora visual. No oculta una identidad, sino
que revela una verdad incómoda: detrás de la civilización, del orden, de la sonrisa social,
habita la violencia, la exclusión y la locura. Judith Butler (1990) señala que las identidades
son construcciones performativas; el Joker lleva esto al extremo al hacer de su rostro una
declaración de guerra simbólica.
La risa del Joker, como afirma Baudrillard (1994), es la risa de quien ha comprendido
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que la realidad es un simulacro. El Joker se ríe no porque todo esté bien, sino porque ya nada
tiene sentido. Es una risa trágica, grotesca y perturbadora, que rompe el pacto de racionalidad
y cordura.
La fascinación del público por el Joker no puede ignorarse. ¿Por qué empatizamos con
un asesino? ¿Qué nos dice eso sobre nosotros mismos? En parte, porque el Joker canaliza
deseos reprimidos, frustraciones colectivas, y plantea una crítica radical a un mundo percibido
como hipócrita e injusto.
Zambrano (2000) hablaba de la necesidad de "pensar poéticamente el mal". El Joker, al
invertir el orden moral, nos fuerza a contemplar el reverso de lo humano: la violencia no como
desviación, sino como producto de las estructuras mismas que pretenden erradicarla.
Conclusiones
El Joker es un personaje que ha trascendido el ámbito del entretenimiento para
convertirse en un símbolo cultural complejo, polifacético y cambiante, capaz de adaptarse a
distintas realidades sociales e históricas.
Su representación en el cine refleja los temores, tensiones y contradicciones de las
sociedades contemporáneas: la crisis de la salud mental, la exclusión social, la violencia
estructural y la desconfianza institucional.
El uso de la máscara, el maquillaje y la risa como herramientas simbólicas convierte al
Joker en una figura que desestabiliza las fronteras entre el bien y el mal, lo racional y lo
absurdo, lo humano y lo monstruoso.
Las múltiples interpretaciones actorales del personaje han permitido nuevas lecturas del
mismo, desde el payaso bufonesco de los años 60 hasta el marginado trágico del siglo XXI,
revelando la maleabilidad del arquetipo y su poder expresivo.
El Joker, más que un villano, es un espejo incómodo que refleja lo que la sociedad niega:
sus fracasos éticos, su abandono de los vulnerables, y la posibilidad de que el caos no sea una
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amenaza externa, sino una consecuencia interna.
Referencias biliográficas
Baudrillard, J. (1994). Simulacra and simulation. University of Michigan Press.
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Cohen, J. J. (1996). Monster theory: Reading culture. University of Minnesota Press.
Eco, U. (1985). Apocalípticos e integrados. Lumen.
Freud, S. (2004). Más allá del principio del placer (J. Etcheverry, Trad.). Amorrortu. (Obra
original publicada en 1920)
Goffman, E. (1956). The presentation of self in everyday life. Anchor Books.
Hall, S. (1997). Representation: Cultural representations and signifying practices. Sage.
IMDb. (2024). Joker character filmography. https://www.imdb.com
Jung, C. G. (1959). The archetypes and the collective unconscious. Princeton University Press.
Lacan, J. (1977). Escritos 2. Siglo XXI Editores.
Moore, A., & Bolland, B. (1988). Batman: The Killing Joke. DC Comics.
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https://www.latimes.com/entertainment-arts/movies/story/2019-10-01/joker-movie-
director-todd-phillips-joaquin-phoenix
Žižek, S. (2008). Violence: Six sideways reflections. Picador.
Zambrano, M. (2000). El hombre y lo divino. Fondo de Cultura Económica.